Comunicación para el cambio social: ¿pueden la tecnología y la comunicación cambiar el mundo?
En los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York murieron 2.973 personas. - 50 millones de personas están infectadas con el VIH y la gran mayoría no recibe ningún tratamiento ni atención, según la Coordinadora de ONGD de España.
- Según Unicef cada año mueren en Europa en torno a 3.500 niños de entre cero y 14 años a causa de la violencia.
- En 2015, según EAPN, la tasa de pobreza infantil para menores de 16 años es del 26,7%.
¿Se conocen estos datos? ¿Cuáles están más reflejados en los medios de comunicación? ¿Cuáles están mejor contados? ¿Cómo influye la cantidad y calidad de la información que se nos da sobre la realidad?
¿Qué opinas de esto? ¿Se cumple?
La comunicación se considera...
- Un derecho. Libertad tanto para expresar o recibir información y opiniones.
- Un servicio público. Los gobiernos democráticos están obligados a proporcionar información sobre su gestión de los recursos públicos a ciudadanas y ciudadanos.
- Una herramienta educativa. Los medios de comunicación pueden transmitir ideas y pueden formar a la ciudadanía sobre la realidad. sin esta formación e información, por ejemplo, no podemos votar y participar en la democracia con criterio.
La tecnología (entre ella herramientas como Internet) se considera...
- Un derecho. Hasta ahora, muchas personas tienen dificultades para acceder a la posibilidad de informarse y comunicar. Internet da posibilidades en muchos casos porque reduce gastos, elimina barreras geográficas y puede contribuir a superar barreras para las personas con discapacidad o que hablan otras lenguas.
¿Qué es la brecha digital?
Es la exclusión entre las personas que acceden y aprovechan herramientas como internet y las que no pueden hacerlo.
En ella influyen factores económicos, educativos, políticos, de sexo, de tiempo, de edad, lingüísticos, las capacidades y discapacidades o la actitud. Es decir: si tienes ordenador o no, si sabes usarlo, si el gobierno prohíbe o no el acceso a internet, si por ser mujer no te permiten usar internet, si eres mayor y no te han dado esa oportunidad, si tienes tiempo para entrar en internet, si hablas una lengua minoritaria y apenas hay programas y páginas en esa lengua, si eres una persona ciega o sorda o... si rechazas los ordenadores o internet en general.
¿Qué lugar tiene la gente joven en este panorama?
Tras estas breves líneas, y sin estudios en la mano, sólo como personas que consumimos lo que publican los medios de comunicación, podemos llegar a la conclusión de que el papel de la juventud en sus contenidos, y en general en su funcionamiento, es realmente pobre.
Para empezar, el lenguaje utilizado para transmitir la información en un programa informativo o un periódico es demasiado complejo, incluso para muchas personas adultas. Las noticias pocas veces se contextualizan lo suficiente para poder formar una opinión coherente. Los contenidos tampoco se salvan. Generalmente están destinados a un público adulto. Cuando se publica pensando en gente joven, en muchas ocasiones prima un objetivo económico (ganar dinero con la publicidad) que informar.
Por ejemplo, si una noticia trata sobre el estreno de una película, e informa también sobre el video juego y todo el merchandaising asociado. Así se aprovecha del poder de presión que tienen las personas jóvenes sobre sus familias para que adquieran todos estos productos.
Por otro lado, a veces se publican contenidos que legalmente no se consideran apropiados para personas menores de edad en “horario infantil”.
La participación de la juventud en los medios es simbólica o nula. Su opinión no cuenta, excepto cuando se solicita que envíen un mensaje de pago a través de un teléfono móvil para votar algo. Es decir, cuando su intervención va a proporcionar beneficios económicos.
Además, la imagen sobre la juventud que trasmiten los medios de comunicación no es precisamente la mejor. Los contenidos suelen relacionarles con las drogas, los videojuegos violentos y con delincuencia, ya sea como víctimas o como sospechosos.
Es decir, su imagen está relacionada con lo frívolo y su posición parece pasiva y sumisa en la sociedad, y a menudo incluso conflictiva. Sin voz ni voto, cada movimiento joven parece depender de la iniciativa, los recursos o del permiso de alguien mayor.
En cuanto a la brecha digital, la mayoría de la población joven se encuentra en una situación privilegiada. Ha nacido en una época en que la tecnología es accesible y existe mucha formación destinada a ellas y ellos. aunque esto sólo es aplicable a países enriquecidos. En muchas zonas del mundo la red sigue constituyendo un lujo inalcanzable.
Sin embargo, ¿cómo utilizamos la red? Según estudios de la Universidad de Navarra, PriceWaterhouseCoopers, Fundación ayuda contra la Drogadicción (FAD) o el instituto de Juventud (iNJUVE), las y los más jóvenes utilizan internet como herramienta para relacionarse y como forma de ocio. Pero, ¿hay vida más allá?, ¿qué otras cosas se podría hacer con internet?
Ideas para cambiar el mundo
¿Te sientes cómoda/cómodo con el papel que te han asignado los medios de comunicación? ¿Crees que la gente joven puede tener una posición más activa en tu ciudad, por ejemplo? ¿Se te ocurre cómo se podría dar una imagen diferente de lo que ocurre en el mundo? ¿Qué puedes hacer desde tu posición? ¿Es tan difícil actuar como solemos pensar? ¿Necesitas muchos recursos realmente? ¿Hay que ser periodista para poder generar contenidos interesantes y útiles?
Muchas veces no estamos de acuerdo con ciertas situaciones, pero no hacemos nada porque pensamos que es complicado cambiar las cosas.
Sin embargo, hay muchas formas de participar en diferentes causas. Una herramienta ideal para hacerlo es Internet. Es un recurso muy barato (o gratuito), abierto 24 horas al día y sin fronteras geográficas.
A veces pensamos en la red como si fuera un juguete acabado, con las reglas escritas y los objetivos muy claros.
Se dice que a los dos años de haber empezado a utilizar la red es habitual que ya sólo se naveguen por los enlaces favoritos y conocidos. Una vez se supera el primer periodo de aprendizaje, navegación e investigación, solemos utilizar páginas que nos son dadas con unos fines concretos, reduciendo mucho el tiempo que dedicamos a embarcarnos en novedades.
¿Qué tal si abrimos la mente? Piensa que internet es como la plastilina. Puedes modelar muchas cosas con esta materia. Poco a poco puedes ir adquiriendo habilidad y formar figuras cada vez mejores, más conseguidas.
Por ejemplo, además de utilizar sitios que se nos ofrecen, servicios que crean empresas, podemos construir nuestro propio espacio o participar en espacios colectivos.
Piensa que la red nos pone en contacto con millones de personas. Cada una de esas personas tiene muchas ideas, habilidades y ganas. Podemos llegar a muchas fácilmente, con muy pocos recursos, y conseguir que lean algo que hemos escrito o participar conjuntamente en un proyecto en común.
A continuación queremos presentar varias experiencias que rompen con esas ideas preestablecidas. Rompen con estereotipos sobre la gente joven. Rompen con la inactividad, ya que en ellas las y los jóvenes son protagonistas.
Son ejemplos que nos pueden inspirar, dar ideas para emprender proyectos en los que la comunicación sea herramienta para cambiar cosas.


