Cibercorresponsales

Cuenta atrás

Publicado por marta el 28/03/2013 · Categorías: Creación

La vida es frágil. Ya había oído esa frase antes, pero no me paré en pensar su significado hasta ese día.

Fue el 1 de diciembre del pasado año, hace tres meses. Llevaba ya varias semanas sintiéndome mal, así que acudí al médico. Realizaron varias pruebas y el 1 de diciembre fui a recoger los resultados. Las pruebas médicas apuntaban a una enfermedad grave: la leucemia. “¿Leucemia?”, pensé.”Solo me encontraba mal”. Cuando el doctor nos lo dijo, sentí que mi cara se volvió blanca. No me lo podía creer estaba atónita mas no sentía miedo. Aunque me quedé postrada en el asiento pude observar que a mi padre se le derramaban las lágrimas. “No temas” le susurré, “No malgastaré mi tiempo”.

Mis padres han querido comprarme cosas y llevarme de viaje. No quiero visitar una preciosa capital pensando que me voy a morir. Tampoco quiero nuevas pertenencias materiales. Allá donde voy no lo necesito. No soy creyente pero lo seguro es que una vez fuera no me servirán. No quiero zapatos caros ni viajes por todo el mundo. Quiero disfrutar de mi familia y amigos el tiempo que me queda.

Para despedirme de ellos les escribiré una carta.

Esta carta, sale desde el fondo de mi corazón para dárosla y que me recordéis. No porque me fui, sino porque estuve.

Papá, mamá, vosotros ocupáis mi corazón. Siempre habéis trabajado duro para darme lo mejor y siempre os habéis preocupado por mí. Me habéis educado y enseñado a distinguir lo que está bien de lo que está mal. Perdonadme por todas las veces que os he hablado o tratado mal, no lo hice queriendo. Me gustaría haberme quedado más tiempo pero la situación se ha presentado así. Dad muchos besos de mi parte a la abuela, al abuelo, a lo tíos y a los primos. Decidle que les quiero, que sin ellos, esto no hubiera sido lo mismo. Estoy orgullosa de vosotros y de ser vuestra hija.

Elvira, Daniela y Jorge. Vosotros que siempre habéis estado conmigo, en los momentos buenos y en los malos. Que siempre me habéis apoyado en todo y que me habéis escuchado. Que me habéis perdonado cuando no hemos enfadado. Por todos los buenos momentos que hemos vivido. Me hubiera encantado hacer ese viaje con vosotros pero no os preocupéis, yo también iré. Tuve suerte de haberos encontrado.

No quiero que lloréis por mi, ni una sola lágrima, por favor. Sonreid porque estuve con vosotros y por todo lo que hemos vivido. Yo también os echaré de menos pero siempre estaré con vosotros. Porque sin vosotros no hubiera sido quien soy.

Os quiero muchísimo.

Besos y abrazos.

Pastora.