Qué fácil es criticar cuando nadie te conoce.
Cuando eres un anónimo, cuando ni te interesa la vida de los demás ni a los demás la tuya, y cuando todo esto te es indiferente o simplemente una circunstancia más, te sientes poderoso para poder criticar. Pero no criticar con argumentos, simplemente juzgar, hundir, machacar, superar a la primera persona que se te ponga por delante. Agredir es el objetivo, y te encanta, te hace sentir vivo. Y los demás actúan como si tus críticas no les doliesen, como si no importasen porque bueno, es sólo un anónimo cuya vida no me interesa. Pero al final estallan de las misma forma. Siendo un anónimo que critica.



Comentarios
atenea - hace más de 11 años
Estoy de acuerdo. Me he dado cuenta de que la inseguridad no es mala, en pequeñas cantidades como todo. Te hace ser responsable de tus acciones, en pensar antes de actuar. La timidez es tan bueno como que para ofender hay que abrir la boca, nada mas. Es muy complicado entender lo que puede ofender a alguien, incluso a ti mismo. La ignorancia respecto a la vida ajena siempre nos va a acompañar. Pero es la seguridad en nosotros mismos, la seguridad en que al juzgar el efecto mariposa circulara hacia tu objetivo y no se rebocará a ti la que nos hace ser unas auténticas bolas de demolición.
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.