Esta es mi historia, Parte 3

Publicado por rocky.el.pollo.jefe el 14/11/2013 · Categorías: Creación, esta es mi historia , Libros

ESTÁ ES MÍ HISTORIA

-CAPÍTULO 3, EL TIEMPO DE CRECER-

Bueno, en escribir estos dos capítulos, qué pueden parecer cortos, he tardado una semana, entre qué elegía el orden de como, y leía un poco sobre como escribir un libro, de echo, este párrafo de aquí, está siendo improvisado, Pero bueno, al lió.

A los 7 años tuve qué empezar a robar, y no es por ser presumido, Pero. Sé me daba muy bien, era capaz de quitarte la cartera tan rápido, qué parecía qué lo hiciese el viento, en las tiendas, no había fruta, qué no pudiera agenciarme. Era lo qué tenía qué hacer, para ganar algo de dinero y evitar qué nos cortaran la luz o el agua de la casa, qué no era muy grande, y no estaba entera, de hecho, los cables de la luz estaban roídos, y muchas veces nos quedábamos sin luz en mitad de lo qué llamábamos cena. Estaba pintada de color verde claro, Pero todas las paredes, estaban desconchadas, mi habitación tenía una pared rota, por la qué sé colaba el agua al llover, peor era lo del salón, una gotera, cubría medio techo, Pero por lo menos, la casa era nuestra, y siempre tuvimos un techo. A mis doce años, en los qué tenía qué estar feliz, e ignorar qué el mundo era mierda, cometí un error, qué volvería a cometer sin duda alguna, mí padre, llendo de coca hasta las cejas, sé puso a dar puñetazos a la puerta de casa a las 3 de la mañana, mí hermano Francisco Jesús (Paquito para los amigos) salió de Su cuarto, y le pidió, qué dejara de dar golpes, qué estaba intentando dormir. Mí padre, dijo qué era Su casa, y qué sé iba ha hacer lo qué el dijera, y si pe apetecía dar golpes a las 3 de la mañana, los daba, y si le apetecía dar de ostias a un niño metiche, lo haría. Y sé puso a darle puñetazos a el, el primero, sé lo dio en el ojo izquierdo, con el cual, le tiro al suelo, le levanto agarrándole del pelo, y mientras aún le tiraba de el, le dio varios puñetazos a la altura de las costillas. Yo lo oí todo desde mí cuarto, escuché los gritos incesantes de mí hermano, y no me pude aguantar más, fui corriendo a por el, y le hice un placaje, no deje de darle puñetazos mientras estábamos en el suelo, hasta que no vi que su sangre inundaba toda la habitación. A mi podía darme todas las palizas que quisiera, pero mi hermano no.

agur mis rockyciasticos lectores