LOS MINUSVALIDOS Y SUS PROBLEMAS...
Las condiciones de vida de los minusválidos, en una sociedad poco sensibilizada hacia el problema como la nuestra, son muy difÃciles. Pero se agravan mucho más en los grandes centros urbanos, Madrid, por ejemplo, donde los disminuidos fÃsicos tienen que sufrir, por un lado, las consecuencias del olvido de su problema y, por otro, las especiales dificultades y agresiones de la gran ciudad, en las que el estado de crisis en el transporte, vivienda, trabajo es permanente. Por fortuna, la sociedad parece que, al menos, comienza a pensar en la existencia real de estas minorÃas marginadas, y de sus problemas. Una reciente experiencia realizada por el Colegio de Arquitectos de Madrid, asà parece demostrarlo.
En estos dÃas ha coincidido una exposición sobre Minusválidos y barreras arquitectónicas, organizada por el Colegio de Arquitectos, en colaboración con el Servicio de Recuperación de Minusválidos FÃsicos y PsÃquicos, con un informe elaborado por Fraternidad Cristiana de Enfermos, quien responsabiliza a la sociedad en general, y a la Administración en particular, a la que pertenece el mismo SEREM, de no haber hecho prácticamente nada por mejorar las condiciones de estas personas.El informe de la Fraternidad Cristiana de Enfermos pide, como base previa, la elaboración de una estadÃstica seria y cientÃfica para conocer la cifra real de los españoles fÃsicamente disminuidos. Actualmente en el censo nacional sólo figura la palabra minusválidos en la profesión de los que ni son niños ni tienen otra profesión o empleo, sin especificar además qué tipo de minusvalÃa se da en cada caso.
Especial hincapié se hace en los temas culturales y laborales. El problema de la asistencia cultural para los enfermos e incapacitados es calificado de gravÃsimo. Los niños se ven impotentes para asistir al colegio, y en los hospitales donde a veces pasan años enteros, no reciben ningún tipo de enseñanza.p><
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Desde hace más de dos décadas que existe una ley que pretende, entre otros objetivos, impulsar y fomentar la integración laboral de personas discapacitadas.
Se trata de la LISMI (ley de integración social de los minusválidos ley 13/1982 de 7 de abril, que establece para las empresas públicas y privadas, con una plantilla superior a 50 trabajadores, la obligación de contratar a un número de trabajadores con discapacidad no inferior al 2%.
Constitución: igualdad





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