¿Cómo documentarse?
Existen tres tipos de fuentes: las personas, las organizaciones (como las ONG, empresas o los gobiernos y sus representantes) y los documentos (como libros, webs o películas).
¿Cómo acceder a estas fuentes?
- Buscadores de internet.
- Directorios telefónicos en papel y en internet.
- Bases de datos.
- Registros y documentación de administraciones públicas.
- Libros y webs de referencia.
- Medios de comunicación.
- Memorias.
- Informes.
- Estadísticas.
¿Cómo valorar la información?
Para seleccionar quién te informa, antes y después de contactar con estas fuentes, puedes preguntarte cosas como:
- ¿Cuántas fuentes necesito? ¿De qué tipo? ¿Cuáles son las más adecuadas por su experiencia, formación o cargo? ¿Cómo las busco?
- ¿Es fiable esta persona, organización o documento? ¿Es la fuente más autorizada? ¿Se expresa correctamente? ¿Con qué otras fuentes puedo contar? Lo publica una persona o un medio de confianza?, ¿tiene calidad?, ¿es información independiente?
- ¿Es verdad lo que me dice? ¿Cómo lo compruebo? ¿Cómo lo completo? ¿en qué dudo? ¿Qué es necesario conocer? ¿Qué preguntas nos solemos hacer con respecto a este tema?
- ¿Qué intereses e influencias puede tener esta fuente de información? ¿estará influida por ellos? ¿en qué medida? ¿Qué fuentes me darán otro punto de vista?
- ¿Qué fecha tiene la información?, ¿es actual? ¿el autor o la autora proporciona una forma de contacto?
- ¿El texto cita las fuentes (personas, bibliografía) que ha utilizado?, ¿son fuentes fiables? Podemos hacer una búsqueda para tratar de verificar la existencia de esa persona o de tal documento.
Generalmente se suele aconsejar utilizar más de dos fuentes informativas para elaborar una información, sobre todo si trata de un hecho polémico. Cada una de las fuentes utilizadas tiene que representar una postura diferente a las demás.
En el caso de las informaciones que nos llegan a través de nuestro correo electrónico, debemos tener especial cautela: cuando proceden de una persona que conocemos, tendemos a creerla automáticamente. Pero, ¿y si esta información es un reenvío de otra persona a quien se lo ha reenviado otra persona y realmente no sabemos dónde se ha originado?
Cuando la información del mensaje proviene de una persona que no conocemos, lo ideal sería comprobar su identificación. Por ejemplo, si dice ser profesor de una universidad, podemos consultar en la universidad si le conocen y solicitar su currículo.
Por otro lado, mucha gente piensa que los resultados de la utilización de un buscador son propiedad de ese buscador o son gratuitos. Esto no es así. Un buscador es un servicio que proporciona una herramienta para hallar los contenidos que mucha gente dispone con muy variadas intenciones en internet. Así que en ocasiones cuando se afirma “saqué la imagen de google”, la realidad es que se llegó a la imagen a través del buscador y esa imagen es probable que pertenezca a quien realizó la página enlazada por el buscador, aunque no tiene por qué ser así. Los contenidos de internet a veces se distribuyen tanto que a veces hay que realizar verdaderos esfuerzos para averiguar la autoría de un documento.
Los resultados que proporciona un buscador no son recomendaciones, que se ofrezcan no quieren decir que sean contenidos creíbles. Los buscadores son máquinas, no tienen la capacidad de indicar qué páginas son interesantes, fiables o tienen calidad. Puede incluso que nos enlacen a páginas cuyos contenido son falsos. Por lo que no todos los resultados valen y debemos saber valorar cuáles nos interesan. Podemos empezar comprobando la autoría. Puede que provenga de una entidad como un gobierno, una universidad o un instituto especializado, pero es posible que sea una página falsificada, así que debemos comprobar que efectivamente esa es la página oficial de la entidad. Si se trata de una página individual, podemos escribirle un correo-e pidiendo más datos y luego tratar de verificar su identidad llamando a su trabajo.
En otros casos nos encontramos con sitios comunitarios en los que muchas personas contribuyen a generar los contenidos. Es el caso de páginas como “Wikipedia” o “el rincón del vago”. Aunque tienen equipos de edición que velan por la calidad de los contenidos, no podemos tampoco fiarnos ciegamente de estos sitios. Habrá contenidos realmente valiosos y otros manipulados o erróneos. Es conveniente revisar cada uno que necesitemos y compararlos con otros contenidos sobre la misma temática. el mejor consejo es realizar una lectura crítica de cada información que nos llegue, provenga de la fuente que provenga.
A veces la información que necesitamos no estará publicada en internet ni disponible en libros accesibles y tendremos que solicitarla e indagar mucho. También tenemos que ser conscientes de que hay documentación de pago como mapas, informes o libros especializados.
A menudo, los gobiernos, empresas y entidades ocultan información o no dan a conocer información pública. En estos casos, la misma falta de información puede ser noticia. Para profundizar, tendremos que lograr conocer varias fuentes muy concretadas que quieran denunciar la situación. Se trata de periodismo de investigación. Probablemente haya personas trabajando en estos lugares o relacionadas que no están de acuerdo, u organizaciones que investigan el caso y protestan. Son las fuentes con las que tendremos que establecer contacto para iniciar la tesis. A menudo, tendremos que proteger su identidad. Más tarde, una vez recabadas las denuncias, sería interesante conocer la reacción de la empresa, gobierno o entidad a la que se enfrentan.


