Un inolvidable ERASMUS
¡Hola! Me alegra poder contaros que hace poco tiempo tuvimos entre nosotros a 34 polacos que vinieron a nuestro pueblo como parte de un programa intercultural y para intercambiar experiencias entre nosotros y ellos, ya que entre ellos habían formado sus propias asociaciones y grupos con un mismo fin, hacer nuestro mundo un lugar mejor… ¡Como nosotros!
Visitaron varios sitios turísticos de nuestra comarca (como el castillo de doña Berenguela) y el de otros lugares (como Almagro) además de reunirse varios días con nosotros y otros varios voluntarios.
Bueno… al parecer no soy el primero en escribir acerca de nuestro primer encuentro con un Erasmus en nuestro pueblo, Bolaños de calatrava, pero si hay una cosa que he aprendido con el tiempo, y es que da igual cuantas veces te hayan contado algún evento o historia, ya que cada uno tiene sus propias experiencias, sus propias vivencias…
Porque cada uno es un mundo ¿No?
Bueno… en fin, si sigues leyendo esto, leerás una de esas historias, y está en concreto, es la mía.
Para mi desgracia, no pude ir todos los días a las reuniones, pero más vale recordar y ensalzar las experiencias vividas, es decir, no debes pensar en el “podría haberlo hecho” y piensa en el “me encantó haberlo hecho”.
Las horas que pasé con ellos estuvieron llenas de risas, conocimientos, expresiones, historias…
Estuve con una chica (creo que se llamaba Ada… no estoy seguro, sorry!) el caso es que hablaba un ingles muy fluido y pude hablar con cierta fluidez con ella mientras hacíamos unos de los ejercicios mandados por las orientadoras, yo estaba en su grupo, las demás chica les costaba un poco más hablar en ingles pero ella les traducía lo necesario.
Aquí he de hacer un inciso para comunicar que… (Redoble de tambores)

No comprendí, ni comprendo, ni llegaré a comprender como podían decir tales palabras con tropecientas letras y seguir respirando con normalidad.
Pero vamos, para ser sinceros el español no se queda corto.
Volviendo al tema principal, Ada me conto que vivía cerca de su capital (Varsovia) en una pequeña ciudad, era muy amable, era mayor de edad, unos 19 años, tenía un amigo que también estaba allí, se llamaba Kuba y justo días antes había cumplido los 19, no hablaba mal el ingles y era un chico extrovertido, Ada me conto acerca de su mejoría en los estudios, y que hace un año apenas se podía comunicar correctamente en ingles, pero ahora tiene un buen nivel y mejoró considerablemente.
A primera vista no parece una gran conversación, pero imaginaos que todo lo que nos contábamos era en ingles, una lengua la cual para ninguno de los dos era su nativa, así que para mí fue muy emocionante, y fue mil veces mejor que cualquier examen de speaking.
También hablamos de temas generales como la política y el tiempo, ¿sabíais que en verano llega hacer hasta un máximo de 35 grados en polinia?
Cosas como estas están muy estereotipadas, así como que en Polonia siempre hace frio, como que en España siempre hace calor… en fin, dejaremos los estereotipos a un lado.
Ada, yo y nuestro grupo terminamos de hacer nuestras cuestiones ya mandadas por las guías y nos tocaba “exponer”, y cuando digo “exponer” me refiero a que uno de nosotros tenía que hablar enfrente de más de 40 personas ¿adivináis a quien le tocó hablar?
Estoy seguro que sí, yo no tengo miedo a hablar en público, pero… ¿Y en ingles? Puf, eso ya es otra cosa, pero he decir que me salió bien, solo me atragante 19 veces, nada del otro mundo ;)
Después de eso Ada se despidió de mí, se tenía que ir antes a Polonia… Sabéis que, solo la conocí durante unas horas, pero aun así, me apena, pero lo peor es esa maldita sensación, esa vocecita que te dice que será la última vez que la veras, y como ella le siguieron otras muchas más personas. Seamos realistas, la probabilidad de que los vuelva a ver es mínima.
Señoras y señores eso es lo malo de los Erasmus.

Pero que no cunda el pánico, lo bueno de la tecnología de hoy en día es que puedes mantener relaciones a distancia, cosa que hemos hecho varios de nosotros.
Ahora toca hablar de la reunión final, o mejor dicho, LA FIESTA.
Estuvimos bailando y cantando tanto españoles como polacos hasta más de las 2 de la madrugada, tuvimos que dejar la fiesta porque tenían que madrugar para tomar el avión, en la fiesta hubo un polaco que se puso de Dj y nos puso algunas canciones polacas.
Lo peor fue la despedida, hubo una chica polaca que no se resistió y rompió a llorar, tanto ellos como nosotros nunca olvidaremos esta experiencia, porque en el fondo, somos más parecidos de lo que pensamos, nos guiamos por los mismos sentidos y las mismas emociones, conocemos y aprendemos a valorar lo que tenemos y comprender mejor este mundo que nos reserva muchas más experiencias como esta, así que no desaprovechéis cualquier oportunidad que se os presente, os hará crecer como personas , os lo aseguro.




Comentarios
rulparty - hace más de 7 años
¡Mola! Una gran experiencia. Como dato, te digo que he estado en Polonia y confirmo que puede llegar a esa temperatura jejeje
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