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Toledo, una experiencia nueva.

Publicado por 2-lala-2 el 31/03/2019 · Categorías: Excursiones, Cultura, Concurso Y tú, ¿qué?, Encuentro, Participación, Amistad, Opinión, Crítica, Arte, Conocimientos, Experiencias

¡Hola a todos y a todas!

Como ya dije, a pesar de haber acordado en mi primer blog reseñas de libros, películas, etc... seguramente termine incumpliendo lo que dije jeje... ¡En fin! hoy es uno de esos días en los que incumplo lo acordado pues os contaré la experiencia que tuve al ser seleccionada para el torneo filosófico de 2019.

Seguro que nunca habéis oído hablar de este torneo pues este era el tercer año que se celebraba y sólo podían acceder alumnos que dieran la asignatura de filosofía, es decir, 4º ESO, 1º BACH y 2º BACH, pero igualmente estoy aquí para hablaros de este maravilloso concurso. Para acceder a él entregué un dilema moral, una situación que debes desarrollar filosóficamente a través de unos puntos, (aunque también había más modalidades como disertación, fotografía y vídeo) y el jurado me avisó días después de que estaba entre los dieciocho seleccionados, ¡Entre los dieciocho seleccionados! creo que sabiendo esto os podéis hacer una idea de lo rápido que latía mi corazón cuando me enteré, ni siquiera paraba de preguntarme por qué me habían elegido a mí de las miles de personas de toda Castilla La-Mancha que se habían presentado ¡Había gente hasta de Albacete! en fin... una vez seleccionados nos dijeron de que el lunes 25 y el martes 26 nos hospedaríamos en el famoso albergue se San Servando, algo que sin duda era espectacular. Para los que no lo conozcan, dejaré una foto por aquí:

 

Exacto, el albergue era un castillo y si, cuando me enteré casi me da algo... otra vez.

Una vez llegamos al albergue fuimos andando al I.E.S universidad laboral de Toledo que, a pesar de su nombre, era un instituto pero ¡Menudo instituto! os juro que hacía honor a su nombre pues este era tan grande que parecía un campus universitario, era tan grande que os tengo que dejar un vídeo aquí abajo para que me creáis de verdad.

En este instituto pasamos todo el día: por la mañana, la presentación y por la tarde los dilemas morales, disertaciones, vídeos y fotos nos pusimos a trabajar. Cada uno debía de hacer algo distinto según su modalidad, es decir: los dilemas y las disertaciones nos fuimos a aula a hacer un dilema y una disertación sorpresa (como un examen) y las fotos y los vídeos debían preparar la defensa de su proyecto, la cual la harían cuando nosotros termináramos nuestro examen, si se puede llamar así. Finalmente fuimos al albergue, cenamos (una maravillosa cena, por cierto) y tras media hora nos reunimos con el guía para hacer una ruta nocturna por el casco antiguo de Toledo y ahora agarraos bien porque os contaré lo verdaderamente interesante de la experiencia.

He de mencionar que el guía nos dio antes de empezar una especie de pinganillo (la verdad, no sé como llamarlo pues hacía la función de un auricular) este pinganillo nos permitía a todos escuchar al guía mientras él caminaba a su aire, de tal forma que él se podría encontrar a 50m de distancia y tú escucharle perfectamente, algo que, sin duda, ayudó a que la experiencia fuera verdaderamente asombrosa.

Durante la visita nocturna tuvimos la suerte de que todos los monumentos de Toledo estaban alumbrados por lo que todos ellos eran asombrosos. A cada paso que dábamos el guía nos contaba la historia de Toledo y todos los reyes y arzobispos que habían pisado la ciudad así como la historia de cada monumento ¿Lo que más me gustó? sin duda, el barrio judío, un barrio que, tan sencillo como hermoso ocultaba una curiosa historia. Para resumiros la hora y media de caminata, os dejaré varias fotos de algunos de los monumentos que visitamos:

Al día siguiente desayunamos en en albergue y presenciamos la entrega de premios. Por desgracia, ninguno de mis compañeros de instituto ni yo ganamos ningún premio a parte del diploma de participación pero sin duda, os aseguro que nos fuimos con una enorme sonrisa en la cara de Toledo pues, aunque no volvimos con un diploma de ganador en la mano, nos trajimos hermosas historias, una nueva experiencia, la fabulosa sensación de haber desconectado de los estudios por dos días y tres amigos nuevos con los que pasamos los días y de los que aún conservamos el teléfono (incluso uno de ellos ganó el 3º premio de disertación) a demás de una famosa frase que hasta ahora no había entendido: "Lo que cuenta es la intención" esta frase, por muy frustrante que suene es cierta, cierta porque el haber ganado o no ni siquiera nos importó en el momento ya que para la entrega de premios estábamos tan contentos que aquella frustración era un simple comentario: "el año que viene volvemos" y no, no era para ganar, si no para volver a disfrutar de esta maravillosa visita que, aunque nos dejó con las piernas destrozadas, logró sacarnos una sonrisa.