Flores violetas Mar(ta)chitas. Última parte

Ilustración: /perfiles/byiulive
Narra Marta.
Aquel sábado me desperté a las doce y diez del mediodía en el sofá de la casa de Dani, supuse que él aún seguía durmiendo en su cuarto y no quise molestarle. Sentía que me iba a reventar la cabeza y me encontraba bastante cansada por todo lo ocurrido en la fiesta del día anterior, me había levantado con una resaca increíble.
Me incorporé en el sofá como buenamente pude, tenía dolores por todo el cuerpo. Decidí ir a prepararme un café para ver si así espabilaba un poco, y mientras tanto intenté hacer memoria y recordar lo sucedido aquella noche.
Llevábamos mucho tiempo sin salir todos los del grupo juntos, así que acordamos ir de fiesta ese viernes y beber un poco, en principio, sin pasarnos, aunque no lo cumplimos y acabamos casi todos borrachos.
Fui recordando poco a poco, y pude visualizar una escena en el baño de la discoteca en la que estuvimos: yo estaba sentada en el suelo, y a mi lado se encontraban Dani y Raúl, hablando de algo que no llegué a escuchar. Acto seguido, Dani me ayudó a levantarme agarrándome del brazo y me llevó a su coche mientras yo le preguntaba dónde estaba Raúl.
Un ruido proveniente de la cafetera me devolvió a la realidad, y me di cuenta de que, en la puerta del frigorífico, había una nota pegada con un imán que tenía mi nombre. La abrí y empecé a leerla, era de Dani: en ella, me explicaba detalladamente lo sucedido la noche anterior. Al terminar de leerla, me quedé dándole vueltas al asunto. ¿De verdad Raúl era capaz de hacer cosas como esa?¿Acaso había algo de cierto en todas las advertencias que me daban mis amigos sobre él? Era verdad que siempre iba perdonando y tolerando todas sus tonterías y caprichos aunque a veces me sintiera incómoda con ello, pero porque yo pensaba que esas cosas al final sólamente demostraban lo mucho que me quería, aunque supongo que viendo la situación de manera objetiva, tenía que darle la razón a mis amigos y admitir que, quizá, aquello era un caso de violencia de género. Recordé todas las situaciones en las que yo había tenido que ceder a lo que él quería que hiciese para que no se enfadase, sus ataques de celos, las veces que me amenazó con dejarme si le decía algo de nuestra relación a alguien, sus frecuentes revisiones de los mensajes de mi teléfono... y pensé también en cómo me hicieron y hacen sentir esas situaciones. Para mí, esa corta pero inevitable reflexión fue, lo que se dice ahora, un "amiga date cuenta", porque empecé a atar cabos sueltos y llegué a la conclusión de que la única que realmente se esforzaba por sacar la relación adelante era yo; es más, me dio la impresión de que lo único que hacía Raúl era poner obstáculos y complicarlo todo, haciéndonos daño a los dos.
De nuevo, la cafetera hizo un estruendo que me indicó que mi café ya estaba preparado. Sin darme cuenta, mientras recordaba y pensaba sobre mi situación con mi novio, había empezado a llorar. Busqué mi teléfono, lo desbloqueé con la contraseña que me hizo poner Raúl, entré en las llamadas, escribí un número de teléfono y cogí una servilleta que había por ahí para limpiarme la cara, mientras decidía si lo que estaba a punto de hacer era la decisión correcta o no. Acto seguido, le di al botón de llamar:
- Buenos días, aquí el 016 para casos de violencia de género, ¿dígame?
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¡Bueno, y hasta aquí esta historia colectiva! ¿Os esperabais que terminase así, o que al final Raúl cambiase y Marta le diera otra oportunidad?Esperamos que os haya gustado y que se haya captado bien el mensaje que transimte, muchas gracias por leerla y estamos deseando ver los comentarios que queráis hacer al respecto :)
¡Nos leemos!



Comentarios
pauparty - hace más de 4 años
Hola! Es muy guay que hayáis contado esta historia desde varios puntos de vista, ha sido chulo leerla! Os ha quedado muy original...
¿Creéis que las conductas controladoras entre las parejas es un tema que está creciendo cada vez más?
Para luchar contra este problema, se lanzan campañas como estas:
Campaña "El control es tuyo; que no te controlen" | Campaña "Diez formas de violencia de género digital”
¿creéis que funcionan con el público adolescente? Si no, ¿cómo las mejoraríais?
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