"Let's marry to the sky"
La paloma decidió romper el cielo y arrastrar los esquemas consigo y él pudo oír al mundo.

Un día, tras un rugido más de las olas de Valencia y el final de unos cigarrillos, decidió compartirlo conmigo y entonces, el sol fue padre y madre fue la tierra. El mar se convirtió en el útero que nos cobijaba y nos hacía suyos y así, todos éramos del mar y cuando volvíamos, haciendo el amor podíamos creer, crear y sentir la vida. Fuimos y seremos caminantes de la madre, guiados por el calor que nos acaricia. Si el mar nos brinda la oportunidad de sentirnos fuertes, la vida a veces nos regala ése momento donde, sin ser totalmente yo sino una sombra, sin que la sal pudiera remover ese sucio sabor mortífero de lo que nadie entiende, nos sentimos parte de ella. Parte íntegra de la propia vida.

La paloma esta vez nos rodeó casi al compás de la brisa marina, y no nos quedó otra que hacerle el amor una y otra vez al presente quebradizo hasta que al fin sentimos; volvimos, volvamos a sentir. Y me dijo cantando: let's marry to the sky.

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS PARA BELÉN MOLINA CALVO (C)
Estos textos significan mucho para mí y te agradecería que si quieres usarlo o parte de él te pusieras en contacto conmigo.



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