Esclavo de lo material
Mi nombre es Chuck y soy el protagonista de un juego, mi deber es matar zombis para la diversión del jugador, en este caso para la diversión de Juan.
Juan es un chaval de unos 14 años, a esa edad y a esta hora debería estar estudiando pero sigue aquí jugando. Puede estar incluso hasta una noche entera jugando sin parar. Esto más que diversión es obsesión, adicción, tiene su cuarto lleno de objetos con mi cara ya sea en posters, camisetas o muñecos.
Esta es la historia de como voy a cambiar su vida.
Ya lo hablé con los demás personajes y tenemos un plan, hacer que el juego acabe. ¿Cómo? Pues de una manera que personalmente no me gusta nada, acabar con mi vida, pero lo haré ya que es por una buena causa: liberar a Juan.
Ese mismo día pusimos en marcha el plan, empecé a correr hacia una gran horda de zombis.
Juan gritaba:
- "¿Qué le pasa al juego? No funciona".
Terminé el último tramo y me adentré entre los zombis, acto seguido un letrero apareció en la pantalla:
"Fin del juego"
Juan soltó el mando y se fue, dejando así de obsesionarse tanto por los videojuegos y teniendo una vida social.
La moraleja de esta historia es que no hay que esclavizarse ante lo material.
Comentarios
spidrmancoy - hace más de 11 años
¡¡Nunca se me había ocurrido enfocar este tema así!! Qué originalidad. Me encanta.
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