Maldiciendo al amor...

Y cuando todo parecía ir bien, ese todo de repente cambió...El enorme hueco que tenía en mi pecho, pero que en ese momento parecía inexistente, empezó a activarse y se hizo aún más profundo con tan solo oír su nombre.. Hacía ya mucho tiempo que no le veía, pensaba que ya todo estaba decidido, que me había olvidado, pero al parecer el auto convencimiento no sirve de nada cuando en realidad sigues sintiendo algo por esa persona... Esa persona que te hacía sentir bien, que te comprendía, que te aconsejaba y que pasaba las horas junto a ti haciéndote así olvidar la noción del tiempo... Esa persona que para tí lo era todo pero que de repente se convierte en un completo desconocido.
No pude aguantar más, me puse a llorar. El pecho me ardía y nada ni nadie podía hacer nada. Bueno, seguramente él lo hubiera podido solucionar, pero no estaba dispuesto a volver, al igual que yo tampoco estaba dispuesta a ir tras él. Al fin y al cabo, ¿qué hubiera pasado si decidía ir a verle? Seguramente nada de nada, o en cualquier caso lo que hubiera pasado es que me hubiera sentido mucho peor, si eso era posible. Él ya no estaba interesado, me lo dejó bien claro... Todo había acabado... Y aquí estaba yo, sin poder seguir, sin poder hacer nada al respeto, llorando y maldiciendo por lo bajo a lo que todo el mundo me había dicho que sería el sentimiento más maravilloso del mundo: maldiciendo al amor..




Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.