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El arroyo de la vida: Capítulo 4

Publicado por 180holas el 16/01/2014 · Categorías: El arroyo de la vida, Creación, Sangre, Terror

Capítulo 4: El arroyo de la vida.

Me levanté alrededor de las cuatro de la mañana, preparé las cosas: agua, abrigo, saco de dormir… El señor y la señora Williams y April nos esperaban a todos a  la entrada del bosque. Olive (la hermana de April) se negó a venir, pero Dylan en cambio, insistió.

Piso una baldosa chirriante, el ruido es muy irritante. Dylan y yo salimos de casa, hemos cogido abrigos muy finos, es verano y no creo que haga mucho frío. Ya veo a los chicos, están sentados sobre unos bancos, que marca el inicio de la ruta. Tengo sueño, pero el señor Williams insiste en que no nos durmamos.

-¡Esta ruta es un asco!-exclama Max.

-No te quejes tanto, tampoco está tan mal-dice la señora Williams.

La verdad es que la ruta era pésima, un camino totalmente llano sin ningún bache o obstáculo. Todos miramos al señor Williams para intentar convencerle (de irnos a casa o tomar una ruta mejor), espero que nuestras caritas de corderitos degollados sirvan de algo.

-¡Venga mujer no seas así!, el niño tiene razón.

-“¡Victoria!”-exclamo en mi mente.

La señora Williams intenta convencerle con otra miradita, pero la nuestra es mucho mejor. El señor Williams nos lleva por una pendiente, esto se vuelve emocionante.

Una especie de aullido, nos hace sobresaltarnos. Max está inquieto, creo que está hiperventilando. Creo recordar, que cuando él tenía seis años, fue de acampada con su padre, un lobo apareció de la nada y su padre aterrorizado salió corriendo, dejándole a él solo e indefenso.

-¡No!-grita simultáneamente Max.

Max sale corriendo aterrorizado, es tan rápido que le perdemos de vista en pocos instantes. Salimos en su busca y le encontramos, el problema es que nos hemos perdido y toda la comida…estaba en la tienda de campaña.

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Llevamos  tres horas caminando,  ya empezamos a tener hambre y sed, un arroyo se muestra ante nuestros ojos, tiene una gran piedra en su centro, con un texto escrito en letras rojas: Beber esta agua te hace inmortal, claro que tendrás que pagar un alto precio a cambio. A todos se nos emblanquece la piel, exceptuando a mi hermanito Dylan, que antes de que pueda impedírselo, bebe el agua.

Encontré cobertura unos metros más adelante, mi padre nos “rescató” en cuanto pudo. Menos mal que todo ha salido bien, por un momento he llegado a pensar que algo iba a salir mal.