Cibercorresponsales

Capítulo 31: Pasado, presente y futuro

Publicado por _dennaselen el 07/04/2014 · Categorías: Creación, novela, los juegos del hambre, lo que me gusta, Enobaria

Ya he recorrido el distrito 12, 11,10,9 y el 8. Llego al distrito 7, de Zane. No es un distrito muy grande, equivaldría a 2 ó 3  veces el distrito 2. Muchos agentes de la paz rodean el distrito. Parece muy vacio, pero, tras esas vallas hay mucha gente pasándolo mal. Me dan nauseas el trato del Capitolio hacia ese distrito o hacia cualquier otro que hemos recorrido. Brutus me acompaña hacia el compartimento de Michael para prepararme, otra vez. Esta vez el vestido es diferente a todos los que me he puesto antes. Llevo puesto un vestido azul verdoso, ya que era el color de los ojos de Zane. Todo el mundo la adoraba, yo también. Supongo que la idea se la habrá dado el estilista del distrito 7. El pelo alisado, tacones de plataforma y mucho maquillaje, como todos los días. Según la mayoría de las personas me dicen que estoy espectacular, que brillaré. En este lugar no me siento como en casa. Me acompañan al Edificio de Justicia cuando veo a una mujer con 2 niños pequeños, uno de ellos tendrá no más de 7 años y el otro unos 13 o así. Se me acercan:

- Buenos días, soy la madre de Zane, la fallecida en los 62º juegos del hambre, su aliada.

Me la quedo mirando, no se que me resulta peor, que venga a hablar conmigo de su muerte o que me llame de usted.

- Si, si bueno, siento lo que ha pasado, de verdad, la intenté proteger pero...

- No se preocupe, se notaba en la mirada de mi hija que la quería y que hubiera dado la vida por ella, no resultó su plan, no pasa nada pero, por favor, no deje de pensar en que ella la quería, no la olvide tan fácilmente - me dice sin dejar que termine la frase.

Asiento. Se los llevan cuando veo algo. Veo las fotografías de los tributos caídos. Supongo que en los otros distritos no lo pudieron poner por que eran pobres, o porque Snow sabría que me derrumbará por completo al ver la cara de mi aliada, de mi amiga, de mi hermana. Me llevan hacia la puerta del Edificio de Justicia, Brutus me dice que me tranquilice, que es solo un distrito más. Si las palabras hicieran más daño del que hacen...

- Señoras y señores, la vencedora de los 62º juegos del hambre : Enobaria Galpon.

Todo el mundo vitorea y aplaude. Yo ya tengo mi discurso :

- Bueno, en este distrito me costará menos hablar porque, una de mis aliadas vivió, en su día aquí. Podía haberla salvado, podía haberla ayudado y no lo hice. Lo único que sé que no haréis será perdonarme porque permitir la muerte de una niña que era demasiado dulce no se pasa por alto. Las pérdidas como estas se tardan en superar, yo todavía no lo he hecho pero a Zane le hubiera gustado que todo siguiera funcionando como antes. Zane fue una de las mejores personas que he conocido y que conoceré jamás. En cambio a James fue diferente. Hice lo incorrecto aliándome con alguien tan vil y cruel que permitió la muerte de muchas de los tributos caídos. James luchó valientemente, pero no logró superar a la muerte. Todo el mundo aquí me odia y no os juzgo, solo quiero que penséis en estos dos pobres tributos que lucharon hasta el final. Panem hoy, Panem mañana, Panem siempre.

No hay aplausos pero si llantos. Todo el mundo se emociona al escucharme. Se que no arreglaré el daño que les he producido pero lo que si que sé, es que he producido un poco de esperanza en la gente que lo necesitaba de verdad. Se que está mal que lo diga pero lo único que he intentado ha sido ayudar a este distrito a superar algo tan fuerte como la muerte de Zane que hasta a mi me ha costado. Bueno, y me sigue costando. Las pérdidas son irreparables, sobre todo las más jóvenes.