El arroyo de la vida: Capítulo 5.
Capítulo 5: Siempre te recordaré.
Dos días después de salir del bosque y venir a casa, Dylan empezó a tener mareos, fuertes dolores de cabeza y una gran presión en el estomago. Mi padre comunicó a mi madre su estado, ella dijo que vendría en cuanto pudiera, pero la abuela casi no podía moverse del sillón de su casa.
Entonces mi padre decidió ocuparse de él, pero empeoró. Agredió a mi padre, pegándole un fuerte mordisco, casi le arranca un trozo de la mano en acto. La piel de mi hermano era blanca intensa, tenía las pupilas dilatadas y las venas de la cara le abultaban en la piel.
Le llevamos al hospital, su enfermedad ha sido archivada como “No catalogada”. Varios doctores le han examinado, pero no encuentran ni la razón ni el por qué. Yo les comenté el agua que ingirió en el arroyo, mi padre guió a los científicos al lugar donde bebió el agua, el arroyo estaba seco.
Según el informe que hizo uno de los “genios” ese arroyo lleva seco desde hace más de cinco años, es decir, que yo les proporcionara esa información, para ellos fue una tomadura de pelo.
Hoy mismo Dylan ha entrado en estado crítico (en coma), la doctora espera lo peor. No sé, que me preocupa más, que mi hermano este al borde de la muerte, o que mi padre este empezando a tener sus mismos síntomas.
-Pude haber impedido que bebiera el agua-digo arrepentido.
-No digas eso hijo, no fue culpa tuya en ninguno de los aspectos. De todas maneras, no sabemos si fue esa la causa.
Entramos en la habitación de Dylan, mi padre le acaricia la mejilla, ambos tienen la piel igual de pálida. El está conectado a un electrocardiograma (la máquina que mide los impulsos del corazón).
Una especie de alarma suena en su habitación. Unos cinco doctores se colocan alrededor de mi hermanito, otros dos nos echan de la habitación. Pero yo lucho por permanecer junto a mi hermano.
Veo a mi padre llorar con gran intensidad, e intento retener las lágrimas, pero no puedo, no soy tan fuerte. Los impulsos del electrocardiograma se convierten en una simple ralla horizontal.
Los doctores intentan reanimarle. Quiero gritar, pero no puedo, intento oír, pero el pitido de la máquina no me deja, intento entrar, pero los dos doctores no me dejan, intento llorar, pero no me quedan lágrimas, intento ver, pero la vista se me nubla, deseo salvarle, pero no está en mis manos.
Una doctora se acerca hacia nosotros, pero no puedo verla, debido a las lágrimas. Estoy tan dolido que me he quedado sin palabras, espero un comentario fatal.
-Lo siento, no hemos podido hacer nada.




Comentarios
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Ohhhh :( luego me dices a mi que mato cruelmente...
180holas - hace más de 11 años
Me daba pena, pero tenía que hacerlo :(
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Pobre Dylan :(
180holas - hace más de 11 años
No será ni el primero, ni el último
gemika - hace más de 11 años
La historia es genial, pero Dylan me da una pena =(
180holas - hace más de 11 años
Ayy, no me hagais sentirme culpable
180holas - hace más de 11 años
;)
partyflipa - hace más de 11 años
Muy bueno este párrafo... ¡transmite mucha impotencia! >> Los doctores intentan reanimarle. Quiero gritar, pero no puedo, intento oír, pero el pitido de la máquina no me deja, intento entrar, pero los dos doctores no me dejan, intento llorar, pero no me quedan lágrimas, intento ver, pero la vista se me nubla, deseo salvarle, pero no está en mis manos.
frutaprohibida - hace más de 11 años
alaaa pobrecillo :(
180holas - hace más de 11 años
La verdad, es que me cuesta librarme de mis propias creaciones
corcheita44 - hace más de 11 años
¡¡¡¡¡¡¡Dios!!!!!!! ¡¿Cómo has podido?! ;( me tienes enganchadita *-* y ahora, perdonadme, creo que me iré a mi rincón a arrepentirme de haber leído el último párrafo :'(