Hijo de Reyes

Había una vez, unos reyes que vivían en la Antigua Grecia y tenían un hijo llamado Rutenio Palomino. La familia de los Palominos era muy rica, pero un día hubo una guerra en Italia en la que fueron derrotados y sólo quedó el pequeño Rutenio.
Lo trasladaron a España, pero el chaval, ya con ocho años, decidió abandonar la familia que le adoptó, y vivía solo bajo un puente, dormía con una pequeña tela algo desgarrada, la tela que llevaba su madre en el cuello antes de morir. Comía y bebía de lo que poca gente le daba.
Un día por la noche mientras dormía, le apareció una chica, la chica que le gustaba cuando estaba en la escuela. Ella también perdió a su familia, en aquella guerra de Italia, y la trasladaron allí, pero ella no se escapó de la familia española que la adoptó. Cuando se lo encontró tirado en el suelo, le dijo: ”Tú eres Rutenio, ¿verdad?… el chico con el que estaba yo en la escuela. Pues levántate y camina conmigo, juntos levantaremos el reinado de tu familia y la mía”.
A la primera luz del alba del siguiente día, recogieron sus cosas y visitaron a un sabio anciano para preguntarle cómo podían volver a recuperar sus riquezas. Él les dijo: ”Si la riqueza queréis conseguir, la gran estrella deberéis seguir ”. El anciano dio media vuelta y se largó pasando a través de una larga cortina roja.
Los niños no lo comprendieron hasta tres horas más tarde. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que tenían que seguir el camino hacia donde se ocultaba el sol. Volvieron a recoger todo y esperaron al atardecer para seguir ”la gran estrella”.
Camino hacia allá, unos lobos le rodearon a los dos. Entonces, empezaron a correr hasta que los despistaron, pero por desgracia ya se ocultó el sol y la chica tenía un arañazo en la pierna izquierda, así que el chico se quedó con ella toda la noche. Cuando amaneció, ya no sabían hacia donde ir y entonces el chico recordó las palabras del viejo sabio: ”Si la riqueza queréis conseguir, la gran estrella deberéis seguir” .
Volvieron a esperar otro rato hasta el atardecer. Siguieron al sol hasta que se ocultó, llegando a un gran volcán lleno de fuego con una puerta pequeña en el medio. Y decidieron entrar.
Se encontraron con un gigante dragón de oro, se nubló el día y el volcán en el que ellos estaban se llenó de lava. Entonces, dijo el dragón dorado muy enfurecido: ”¡SI ELIGES A TU CHICA TE QUEDARÁS SIN RIQUEZAS, PERO SI ELIGES A LA RIQUEZA, TU CHICA MORIRÁ QUEMADA EN EL FONDO DE ESTE VOLCÁN! ¡TÚ ELIGES!” . Seguidamente, el dragón dorado derrumbó la parte donde estaba la chica y ésta se quedó colgando de la mano de Rutenio para no caer.
El chaval, muy enfurecido, contestó: ”¡Quédate con tus riquezas, escoria!”.
El dragón dorado se enfadó y tiró a los chicos, pero antes de caer, apareció el anciano viejo con su blanco dragón llamado Célula y rescató a los chicos.
Cuando volvieron a su ciudad, le dijo el anciano a Rutenio: ”Enhorabuena chico. Has conseguido vencer a la agonía que tenías y has preferido salvar a tu chica. Yo os daré un trono a los dos y os haré Reyes de España. Si algún día no me volvierais a ver, no te preocupes, porque yo he venido a este mundo a demostrar que el amor es superior a todas las riquezas que pueda tener uno”.
El mismo día de la coronación de Rutenio Palomino y Lucía Sánchez, el anciano falleció por motivos desconocidos, pero el chaval no lloró demasiado, porque recordó sus últimas palabras: ”Si algún día no me volvierais a ver, no te preocupes, porque yo he venido a este mundo a demostrar que el amor es superior a todas las riquezas que pueda tener uno”.



Comentarios
partyflipa - hace más de 11 años
¡Oye! Muy chulo y bien editado. Haces que sea más fácil de leer separando los párrafos, usando negritas y metiendo ilustraciones. Oye, ¿hacéis algo especial en clase para que se os ocurran tantas ideas?
dcf99 - hace más de 11 años
Ponemos música de peluquería y la mente vuela
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