Cibercorresponsales

Días preciosos

Publicado por siemprefeliz el 15/11/2011

Un chico llamado Pau,que no había conocido el amor, paseaba una tarde de otoño por unos coloridos jardines.Un día sucedió un hecho extraordinario:cerca de unos arbustos y sobre la baranda de piedra que apuntaba al río , vió a una chica bellísima a punto de saltar. Pau se acercó y le pregutó a ella porqué había decidido tomar aquella terrible decisión.Ella, que dijo llamar-se Nora, le dijo que la vida ya no tenía ningún sentido para ella y que no deseava estar má en este mundo. El corazón de Pau se encogió como apalstado por un puño,però habló con ella y le hizo ver que siempre había una esperanza y que la vida era, en realidad, un regalo. Se abrazaron y entre làgrimas le reconoció como el chico que la había apartado de cometer un actor terrible y que no hubiera tenido remedio. Passaron los días y los dos se enamoraron. Fueron días preciosos. El carnaval, la gran fiesta de la ciudad en la que estavan se aproximava y Nora, como se llamaba ella, quiso sorprender a Pau con su disfraz. Le pidió que se quedase en la habitación de hotel en el que se encontravan.Él accedió, pero el tiempo pasaba...Minutos,horas,días...desesperado, Pau bajó a la recepción del hotel y pidió al recepcionista si sabía algo de la bella chica que le había acompañado aquellos días. Entonces, el recepcionista le entrego una carta escrita por ella. Decía así:

“Pau ,amor mío. Estos días han sido los más perfectos y preciosos de mi vida, pero cuando yo te conocí, en la baranda de aquél parque cerca del río, me quitaste el poco valor que yo había reunido para hacer lo que debía hacer. Hace tiempo que padezco una terrible enfermedad, una enfermedad que va a canviar mi aspecto y marchitar mi belleza. Por eso prefiero que me recuerdes siempre así, como hace dos días, como cada minuto que hemos pasado juntos. En mi corazón desearia verte de nuevo pero no es posible.Gracias por hacer que los últimos días de mi vida fueran perfectos...te quiero.”

Pau guardó la carta en su bolsillo y salió del hotel sin decir una palabra. Regresó al parque donde conoció a Nora...sólo el viento movía las secas hojas que havían caído de los árboles.