José, el frutero
José, el frutero, era un buen hombre. Debía rondar los 50 años, pelo oscuro, poca estatura y un gran corazón. Siempre estaba sonriendo y se interesaba por sus clientes.
Una mañana José estaba en su frutería y un vagabundo se le acercó junto a su pequeño hijo a pedir limosna o algo de comida. José, como cada día, tuvo un acto de caridad, y les entregó un par de manzanas. El hombre se fue muy agradecido y su hijo le dio las gracias mientras daba un gran bocado a la manzana.
Pasaron los años… José tenía ya 72 años, seguía trabajando para ayudar a su familia, hasta que un día el cuerpo no le dejó continuar. Se sentía muy cansado. Al intentar coger una caja de fruta, cayó desplomado al suelo. Lo llevaron rápidamente al hospital y, tras varios diagnósticos, se comprobó que José padecía una enfermedad muy extraña. Era curable, pero la operación no se podía hacer en España. Tenía que ser en EEUU y costaba alrededor de 500.000 euros. José no podía esperar: era una cuestión de vida o muerte.Su familia intentó por todos los medios que las clínicas estadounidenses aceptaran el pago a plazos, pero ninguna aceptó.
Cuando ya se daba por vencido intentaba disfrutar con su familia de sus últimos días de vida, José recibió una llamada. Era una clínica de pago de Chicago, que quería citarle, para operarle. Al preguntar por el importe de la operación, les dijeron que no se preocupara, pues un señor había realizado el ingreso y que ya estaba saldada la cuenta. José lloró de emoción y al día siguiente viajó con su familia a Chicago y se operó.
Cuando José estaba recuperado, llamó a la clínica para ver quién había pagado la operación, y le dijeron que lo había pagado el dueño de una gran empresa, un joven muchacho español con tres carreras universitarias que decía estar muy agradecido, porque José había sido un ejemplo de caridad para él cuando era pequeño.
Cuando José pudo localizar a quien le había salvado la vida, no reconoció al joven, hasta que éste le recordó una mañana, en su frutería en la que un vagabundo y su pequeño hijo le pidieron una manzana…



Comentarios
- hace más de 11 años
emotiva historia de Abraham, que el mundo aprenda
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