José, el frutero
 José, el frutero, era un buen hombre. Debía rondar los 50 años, pelo oscuro, poca estatura y un gran corazón. Siempre estaba sonriendo y se interesaba por sus clientes.
Una mañana José estaba en su frutería y un vagabundo se le acercó junto a su pequeño hijo a pedir limosna o algo de...


