Cibercorresponsales

Ésas preguntas.

Publicado por bely. el 11/04/2014 · Categorías: Pensamientos

Lo sé. Sé que es más fácil pensar que sabes como reaccionarias a situaciones que no has vivido, que estás seguro sobre todo aquello que crees verdad y conoces. Que sabes con exactitud quién eres y que nada podría cambiarlo. Sé que ser consciente de que no es así, supone que estás expuesto a momentos que podrían cambiarlo todo,  que no tienes el control total sobre tu vida y sobre ti mismo y eso asusta. Asusta pensar que convivimos con un desconocido. Que hay partes de nosotros que ni imaginamos. No pongas esa cara. Sé que en el fondo lo entiendes, sé que pensar que tú harías esto o lo otro, que no serías tan débil, que no te afectaría. Sé que es más fácil decir que porque no lo entiendes, no es real. Porque supone aceptar que a ti también puede pasarte. Que puedes encontrarte en una situación de desconcierto total de un día para otro. Hace algunos meses vi una conferencia de un hombre que se definía a si mismo como la persona capaz de salir ilesa psicológicamente de un campo de concentración. Sufrió varias pérdidas en un par de años, y tras un tiempo, cayó en una depresión que dura a día de hoy; él simplemente dice que darse cuenta de que no era quién creía, le sobrepasó. ¿Quién era entonces? ¿Cómo se definiría? No sabemos quiénes somos, no hasta que algo realmente malo, nos sucede, y entonces cae todo lo inútil, y nos quedamos con lo que realmente e innegablemente somos. Basta un pequeño o gran acontecimiento, y sin darte cuenta, tu vida ha cambiado, tú has cambiado y no paras de plantearte ésas preguntas: ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Lo entiendes? ¿Sabes porqué estás donde estás? ¿Quieres vivir de ésta manera? Y lo más importante, ¿con cuánta verdad eres capaz de responder? Nietzche lo dijo, toda conquista, todo paso adelante en el conocimiento, es consecuencia del valor, de la dureza y honestidad contra sí mismo. ¿Cuánta verdad soporta, cuanta verdad arriesga un espíritu? Puede que por eso muchas de las preguntas más tópicas de la historia siguen sin respuestas concretas, porque quizás no seríamos capaz de soportarlas.

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