En ésa nuestra risa que nadie entiende.
Estamos en medio del paso de zebra. Rodeadas de diferentes sonidos y olores que se propagan por el pequeño recinto ferial del pueblo. Estamos en el pasado cuando se para y me dice bésame. A lo que yo respondo con una risa nerviosa, ¿qué?¿aquí? Y entorna los ojos diciendo capaz o incapaz. Miro a los lados, en un intento preocupado, casi instintivo del qué dirán, cuando, arranco caretas, me quedo desnuda y vulnerable, y beso sus labios rojos. Estoy en el presente, susurra la niña.
Estamos en la acera. Rodeadas de las niñas de doce que quieren crecer más rápido de lo que nosotros ya no queremos. Rodeadas de la música de los coches de choque. Estamos en el pasado cuando, dos chicas nos miran despectivamente , y hemos robado la piruleta de Javier. Entonces, me dice, si me quieres besar, bésame. Y ésta vez no miro a los lados, están todas las personas que van a criticarme, que llevan haciéndolo todos los años , que creen que soy la misma, y, la beso. A lo que Alejandro responde con una mirada de incertidumbre y deseo. Yo mientras, estoy en el presente. En ésa nuestra risa que nadie entiende.
Estamos en la plaza. Rodeadas de los diferentes, de los criticados y supervivientes. La música de Distrito Punk empieza a retumbar y nuestros gritos que intentan igualarla, y que casi que los de Mariele la superan, y saltamos cantando "ya esta aquí, la revolución estudiantil" . Caladas del cigarrillo black and devil con sabor a cereza. Y la abrazo. Les miro detenidamente mientras los sentimientos casi que obligan a las letras a tomar forma para poder hacerlo permanente. Allí donde cuando las lágrimas aparezcan, pueda refugiarse en Dejuana y Daniel acercándose en un solos, riendo mientras las cuerdas no dejan de vibrar. Un lugar donde esconderse en los párpados cerrados de Totobi y alma abierta entre los estruendos de la batería. Y, Rodro, Rodro que la salva. No diferencia el pasado, el presente,el futuro; el dolor se esfuma, y el presente la gobierna entre sus besos, cómo nos queremos, entre esas noches en las que debimos dormir, y sin embargo...

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A BELÉN MOLINA CALVO (C)



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