"La sangre y el arte que ensució tus manos"
Una de las razones por las que me enamoré de la historia cuando tenía siete u ocho años fue el simple hecho de sentarme en invierno en el sofá marrón, y descubrir entre las páginas el camino que había trazado el ser humano. La niña de entonces, se sentía orgullosa de dónde habíamos...






