Metamorfosis

Hola, me llamo Alexandra, más conocida como Darkness por mis amigos.
Mi metamorfosis, por llamarlo de alguna manera comenzó cuando yo tenía quince años. Estaba cursando cuarto de la ESO, era una buena estudiante, me esforzaba y solía sacar bastantes buenas notas. Me encantaba el inglés. Aunque me llevaba bastante bien con todas mis compañeras de clase, ya que llevábamos desde primero de primaria todas juntas había una chica que era mi mejor amiga, Almudena. Desde hacía aproximadamente un año éramos inseparables. Aunque había gente que decía que ella era muy manipuladora y que iba cambiando de amigas muy a menudo por interés yo no les hacía mucho caso, porque a mi no me parecía que fuese así. Es cierto que a veces era un poco egoísta pero a mí no me parecía que fuese manipuladora.
Las cosas empezaron a cambiar cuando estábamos en el segundo trimestre. Una chica de nuestra clase empezó a venirse con nosotras en los recreos y algunas tardes de vez en cuando.Poco a poco estábamos cada vez mas juntas, aunque a veces me daba la impresión de que me daban un poco de lado no le quise dar mucha importancia porque me daba la impresión de que me estaba dejando influenciar por lo que la gente decía. Empezó a pasar el tiempo un mes, dos, pero seguía encontrandome en la misma situación, pero cada vez me notaba a Almudena más distanciada de mí. Ya ni siquiera me llamaba por las noches como hacía siempre para hablar un rato. Asique un día decidí hablar con ella a solas y explicarla como me sentía desde hace un tiempo. Cuando se lo conté todo su única respuesta fue que estaba imaginándome las cosas y que últimamente no la dejaba ni respirar. Después de esto, me sentí sola muy sola y asustada y no sabía qué hacer. Esperé alguna semana más y al ver que no cambiaba y que su preocupación por mi era nula, decidí dejar de intentarlo ya que ella me ignoraba. Intenté aparentar indiferencia ente los demás aunque la verdad, estaba muy dolida y algunas tardes cuando me quedaba sola en mi habitación acababa llorando. Hasta que decidí que no podía seguir así y empecé a irme con un grupo de chicos y chicas que eran un año más mayores que yo que también iban a mi colegio. Eran muy majos y cuando les conté lo que me había pasado me escucharon y me dieron ánimos. La gente de mi curso hablaba de mí constantemente solo porque ellos vestían siempre de negro y les gustaba música diferente a la que estaba de “moda”, pero a mí eso no me importaba. Poco a poco me fui uniendo a la pandilla. Me ponían su música y al principio no me gustaba pero poco a poco empezaron a atraerme algunos de los grupos que escuchaban y después de algunos meses, acabé siendo una más en todos los sentidos.
Mis padres no pusieron ninguna objeción ni me rechazaron por cambiar mi forma de vestir, mis gustos musicales etcétera, ya que sabían perfectamente que porque fuese Emo no significaba que intentara cortar las venas cada vez que se dieran la vuelta... A ellos les valía si yo era feliz, y dado que los meses anteriores había estado un poco de bajón por todo lo ocurrido estaban muy felices de que al fin volviera a estar tan feliz como siempre.
Los que anteriormente eran mis amigos de verdad me aceptaron tal y como era ahora y los que no, simplemente me demostraron que no eran mis amigos realmente.
En resumen, yo solo soy una joven estudiante de clase media que ha sufrido diversas alteraciones en su ambiente social que le han hecho reflexionar y pararse a pensar y reflexionar. Todo eso unido a un cambio de amigos ha provocado que su vida cambiara bastante, pero al final ha conseguido lo que quería, ser feliz. Que el fin y al cabo es lo más importante.
Celia García Sánchez



Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.