DepExpress: Parte 1
Antes de publicar ésta historia, quiero remarcar que no es inventada por mí. Me estoy basando en los capítulos piloto de la serie DepExpress que, si os gusta la historia, podéis ir a verla. Básicamente lo único que he hecho ha sido plasmarla a escritura pero añadiendo o quitando sucesos. Espero que esto no suponga un problema y que os guste la historia. (Cada día publicaré un capítulo)
Me desperté con el ruido y la luz que entraba cuando el guardia abrió la puerta de la celda. No me dijo nada, simplemente me miraba. Finalmente me cogió del brazo y me sacó del calabozo. No mantuvimos conversación alguna y, la verdad es que pensé que ya había llegado mi hora, que por fin iba a conocer a la silla eléctrica; Pero anduvimos por pasillos que no conocía, y mira que he tenido tiempo de memorizarlos. Al poco pude darme cuenta que nos dirigíamos al exterior y seguidamente me subieron a una furgoneta. No sabía dónde me llevaban, y tampoco quise preguntar, aunque ganas no me faltaron; mas no debía caer en su juego y expresar pavor por no saber cual sería mi destino.
Tengo que admitir que cuando la furgoneta paró y su motor se apagó me recorrió una corriente de adrenalina por todo el cuerpo a la vez que mi corazón palpitaba vertiginosa y activamente. Respiré hondo mientras esperaba que alguien me dijera algo, sin embargo la única respuesta que obtuvieron mis mudos sentimientos la tuvo un hombre que trabajaba en la oficina (o al menos eso creo yo que era) a la que nos adentramos.
Al entrar en el despacho de éste, el guardia me desposó mientras el semejante jefe de la oficina me indicaba que me sentara en la silla de cuero. A continuación me comenzó a explicar no se qué rollo sobre que era el representante de los laboratorios de electro-farmacia M53 (la verdad es que no se cómo he podido acordarme de tal palabrerío) y me comentó que había sido elegido para formar parte de un estudio de integración a la sociedad. Después me entregó una especie de contrato y me dijo que leyera las condiciones (cosa que no hice porque habían demasiadas palabras sin dibujos) y que lo firmara. Observé la portada, "Witkinson, laboratorios electro-farmacia" ponía.
Si firmaba este contrato significaría que en pocas semanas volvería a estar en la calle. No me lo creía, de nuevo en la ciudad, la cárcel quedaría atrás y volvería a ser yo, volvería a vivir en libertad; sólo por una simple firma. ¿Tan fácil sería?
El tipo sonrió al ver que cogía el boli y firmaba, era una sonrisa un tanto pécora que no transmitía mucha confianza, la verdad.
Hecho esto, me justificó que ahora nuestro día a día sería más fácil, puesto que se encargaron de limpiarnos -a mí y a otros tres sujetos más- nuestros expedientes. Me explicó que tendríamos un trabajo y una vida nueva y seguidamente alegó que nos habían implantado un chip en el brazo derecho, y para que éste funcionara debía ser recargado por uno de sus psicólogos, que a la vez nos haría un seguimiento.
Tengo que decir que estaba perdido, la ciudad pasaba a ser mi prisión, mi hogar. Me sentía raro, como libre pero sin volar. Tenía que adaptarme, ya que era un bicho raro que empezaba de cero.



Comentarios
spidrmancoy - hace más de 9 años
Me gusta que plasmes con palabras lo que ha visto en la serie, y espero el siguiente capitulo. Me has creado intriga, puede que la vea algún día pero de momento te sigo leyendo. Un abrazo!
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