Tu Destino: Capítulo 11
El monstruo era inmenso, era como si fueran las cuatro torres de Madrid de alto y de ancho, todas ella juntos. Incluso más alto. Su cuerpo estaba hecho de magma, se veía como se resquebrajaba por la solidificación. Sus ojos eran amarillos como el fuego, y su boca era igual. Parecía humano por la forma de su cuerpo, pero, en realidad, era un monstruo.Por su boca escupía lava, ardiente, de esa lava que si la tocas te quemas y ardes en el infierno. Todo lo que tocaba con sus gigantes pies ardía, eso significaba que teníamos doble preocupación: su boca y sus pies. Lavorna estaba montada sobre esa cosa como si nada, como si no le doliese el fuego, como si fuera un caballo para nosotros. Por una parte era comprensible ya que era ella la reina de la lava, pero a nosotros nos atemorizaba.
Lavorna nos estaba mirando fijamente a todos.
-¿Unas últimas palabras antes de morir? - dijo Lavorna con mirada penetrante
- Sí - dijo Arturo a quién todos miramos con asombro - ¿Cómo se os derrota? - Lavorna se sintió ofendida, pero nosotros nos reímos.
Lo que dijo Arturo ofendió mucho a Lavorna, y eso provocó su ira. El monstruo comenzó a atacarnos. Hecho lava por la boca y nosotros empezamos a correr, y mientras nos seguía quemaba lo que pisaba a su paso. En esa persecución, nos separamos, Juan y ello fuimos por un lado; Miguel, Luna y Silvia fueron por otro; Arturo y Estela ... ellos estaban siendo perseguidos.
- ¡Juan espera! - le grité para que dejase de correr - Tenemos que ayudarles - miró en dirección a Arturo y Estela. Sacó su espada y fue a atacar al monstruo por arriba. Es más, conociendo a Juan, seguro que ha ido a por Lavorna. Yo corrí hacia ellos y, mientras Arturo le echaba su famoso "fuerza de la cascada" yo levanté raíces desde el suelo para sujetarles, no sirvió mucho, pues lo quemó, pero por lo menos lo hizo tropezar para que Arturo y Estela saliesen de allí y se colocasen donde estaba yo.
Mientras tanto, Juan en la parte de arriba luchaba contra Lavorna, y si fallaba clavaba la espada en el cuerpo del monstruo, de forma que le hacía mucho daño.
Arturo le derramaba cantidades de agua para que se apagase o por lo menos distraerse con el vapor para que no pueda vernos y poder escapar. De tanto que se movía el monstruo por el agua y las puñaladas de Juan, el monstruo derribó a Juan y le hizo caer, pero Silvia le salvó. Entonces, volvió a aparecer un dragón rojo escupe fuego, era Miguel, empezó a luchar contra el monstruo, a darle zarpazos y a escupirle fuego. Mientras tanto, Juan le daba con la espada en los pies para hacerle daño y derribarle; Estela y Luna me ayudaban a mi para hacer crecer plantas que necesitan o bien luz o bien oscuridad, a parte, de que el poder de Luna y Estela junto forma un potente campo de fuerza y protegían mis plantas, intentando derribar al monstruo, aunque claro, Juan siempre rompía, de vez en cuando, alguna planta mía provocándome dolor y desconcentración; en cambio, Silvia y Arturo apuntaban al monstruo paralelamente para procurar congelarlo.
Estábamos así un buen rato hasta que el monstruo, por fin, se congeló. Todos esperamos por si pasaba algo, se descongelaba, el hielo se derretía... cualquier cosa. Cuando vimos que no pasaba nada, gritamos de emoción y alegría porque lo habíamos conseguido. Detrás del monstruo estaba Juan que fue corriendo hacia mí para darme un beso y un abrazo bien fuerte, pero cuando fue a hacerlo.
- ¡No! ¡No permitiré que unos mocosos como vosotros me derroten así de primeras! ¡No lo permitiré! - la tierra empezó a abrirse y a resquebrajarse trozos a trozos, no podíamos estar dos o más en la misma piedra porque nos caíamos. Consiguió separarnos.
- ¡Alex! - me gritó Juan
- ¡Juan!
- Sabes lo que hacer - me susurró. Hacer qué. No podía brotar ninguna planta allí porque se quemaba... pero sí juntar la tierra.
Me concentré, y según iba provocando menos espacios para permanecer de pies, yo me concentré con fuerza y conseguí contraatacar su ataque juntando los trozos de roca. Ella contraatacó haciendo separándonos y provocar nuestra caída y nuestro fin. Pero yo contraatacaba, y viceversa. Seguimos durante un rato, hasta que yo no pude más y me desmayé. Lo último que recuerdo es un rayo de luz gigante, DE ESPERANZA.




Comentarios
_dennaselen - hace más de 11 años
arggg me encanta, odio cuando cortas asi los finales pero mejor asi, espero verte en festibook!!!!!
forever - hace más de 11 años
gracias!!! ps aún queda más historia por disfrutar XD y no te preocupes que me verás allí y ... yo espero verte a tí ;)
partyflipa - hace más de 11 años
¿Sabes? Me sorprende la cantidad de acción que tiene tu novela.
forever - hace más de 11 años
jajajajaaa ps espera a más :D
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.