Tu Destino: Capítulo 16
En el interior de la cueva, encontramos una gran cantidad de plantas de todo tipo que cubrían las paredes de la cueva y el suelo. En el centro, había una piedra con forma de cilindro donde en la cima vimos como un mapa en 3D y en movimiento, vamos que todo lo que sucedía lo veíamos nosotros en el mapa.
- Y... ¿este es el corazón de la naturaleza? - me preguntó Juan
- Sí
No hablamos más, los dos nos separamos por distintos lados y nos pusimos a inspeccionar la cueva, era gigantesca, hasta había una cama donde me tumbé (era muy cómoda, por cierto) y cerré los ojos, no me llegué a dormir, pero casi, porque estaba relajada y agusto, además, me encontraba como en mi propia casa.
Cuando abrí los ojos, me pregunté en lo que debería de hacer aquí, si es el centro de mis poderes, se supone que han crecido y que son mucho más poderosos aquí de forma que afectan más a Lavorna si ataco desde aquí.
Me levanté de la cama y volví a la piedra para contemplar lo que estaba sucediendo allí donde no podía ir y para saber también lo que Lavorna está haciendo y cómo puedo contratacarla.
Lo primero que ví, fue a nuestro amigos corriendo, la lava aún les perseguía y les estaba ganando corriendo.
- ¿Qué sucede? - me preguntó Juan acercándose a mi
- Los demás están en peligro, hay que ayudarlos.
- ¿Sabes cómo?
- No tengo ni idea - Juan se fijó un poco más donde estaban los demás
- Iré a avisarles y luego les llevaré por este camino para luego subir por esta colina y que descansen - según me iba diciendo, me iba señalando con un dedo lo que iba a hacer - pero tú tienes que intentar construir algo o lo que sea para poder parar y descansar
- Ese es el problema Juan, no sé cómo hacerlo desde aquí .... y si funcionará... - me cortó
- Alex, puedes hacerlo, sé que puedes, sólo tienes que confiar en tí y creer que puedes hacerlo
- Pero y si no lo consigo, moriréis todos, y será por mi culpa - se acercó a mí y me cubrió la cara con sus manos
- Confío en ti, y también los demás - me besó - haz que me sienta orgulloso de ser tu novio
- ¿Novio?
- Bueno, yo digo que tu eres mi novia no sé tú lo que dirás sobre lo que soy para tí
- La verdad que no he tenido oportunidad de decir a nadie de que eres mi novio
- Entonces, acabemos con esta guerra, ganemos la y volvamos a casa para entrar por la puerta del colegio diciendo que somos novios - me pareció una estupendísima idea, a si que le volví a besar y le dije que no se preocupase por mí y que fuera a ayudar a nuestros amigos.
Se teletransportó a donde estaban ellos y me quedé pensando en cómo podía ayudarlos: Haciendo crecer espinas; levantando las tierra para bloquearlo, pero entonces tendría que provocar un terremoto; provocando que todos los ríos y lagos cerca de allí se desbordasen para que se apagase; hacer crecer rosas gigantes con espinas y todos... Se me estaban ocurriendo grandes ideas, pero no había forma ni manera de hacerlo, no sabía cómo, hasta que... toqué mi colgante del símbolo de la naturaleza y llamé a Natiri
- ¿Natiri? - no hubo respuesta, pero no deé de tocar mi colgante - Natiri necesito tu ayuda, porfavor - me callé unos instantes - ¿¡¡Natiri!!?
- Estoy aquí
- ¿Aquí dónde?
- ¿Qué necesitas?
- Si este es el centro de mis poderes y aquí soy mucho más fuerte... ¿cómo puedo hacer crecer plantas allí si estoy aquí?
- ¿Cómo crees que puedes hacerlo?
- No lo sé, por eso te pregunto
- ¿Qué tienes a tu alrededor?
- Plantas, de todo tipo, son muy diferentes todas ellas - cogí una rosa roja para olerla y luego la pregunté - ¿Pero para qué me lo has preguntado?
- ¿Y qué crees que deberías de hacer con todas ellas?
- Pues hombre, están aquí porque son todas las plantas que existen en todo el mundo y al ser este el centro de la naturaleza pues obviamente deben de estar aquí
- Has dado en clavo Alejandra, pero además de eso, ¿para qué te sirven a ti? - me acerqué a la piedra con la rosa en la mano
- Para aumentar mi poder... ¡¡ah!! - me pinché con una espina y a la vez que de mi dedo salía sangre, la espina con la que me pinché cayó al mapa y creció una barrera de espinos justo donde cayó - para crear las mismas plantas allí - Natiri no me respondió al respecto, pero yo ya sabía lo que hacer, además de saber cómo parar la lava para que descansasen los demás. Cogí una espina de la rosa y la dejé caer justo por detrás de dónde estaban corriendo.

Por otro lado, os contaré lo que pasó con los demás. Juan les llevó hasta la colina que me dijo para que descansasen. Yo conseguí detener la lava a si que descansaron bastante bien y recuperaron el aliento. Estela acabó con dolor de pies y con ampollas en las plantas de los pies. Descansaron lo suficiente como para yo retener la lava lo suficiente como para que descansasen.



Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.