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Los amigos, según un chico de pueblo

Publicado por javiolonchelo13 el 11/10/2016 · Categorías: Pensamientos, Sobre mí, Concurso Y tú, ¿qué?

Hola. Para ir al grano, voy a hablar de mi vida, de mis amigos. Os cuento mi situación (leedla si tenéis tiempo, tal vez os pueda ayudar si vivís en unas condiciones parecidas a las mías)(P.D.: no soy un escritor profesional, pero comprenderéis lo que quiero decir):

(Escuchad esta canción mientras leáis el post, crea ambiente)

Nací en 2001 en Alicante, aunque me crié desde los 3 años en un pueblo de no más de 30 personas llamado Bujarrabal, pedanía de Sigüenza, Guadalajara.

Cuando era pequeño era un niño normal. Tenía otitis, era escrupuloso con la comida, muy curioso, etc. Lo típico que puede ser un niño. Aprendí a leer antes que mis compañeros, por mi propia cuenta, leyendo carteles y etiquetas de cosas (según me cuentan mis padres). Leía muchísimos libros de curiosidades y datos interesantes, como la velocidad de la luz o los edificios más altos en aquellos tiempos (me encantaba curiosear). Además jugaba al ajedrez muy temprano. Desarrollé mi capacidad intelectual más de lo que solía hacer un niño cualquiera, con una ventaja muy grande, una memoria efectiva sin necesidad de esforzarme mucho. Incluso mis profesores ofrecieron a mis padres adelantarme un curso (aunque rechazaron la oferta). Parecía que no tendría inconveniente en clase, que me criaría bien.

En realidad, el hecho de vivir en un pueblo (y mi carácter iracundo, del que ahora me arrepiento, dirigido hacia cualquiera que me contradijera) me ha excluido bastante de lo que serían los grupos de amigos que se iban formando desde que eramos niños. También el hecho de ir por delante en clase me hacía pensar que era el rarito, el diferente, el que no encajaba ahí. Más bien, YO era el que me cerraba a esos grupos. No estaba acostumbrado a tener amigos de verdad, sino más bien colegas y compañeros. Me llevaba bien con muchos de mis compañeros de curso, pero no llegué a conectar con ellos.

Hasta hace poco, pensaba que no tenía amigos. Me refugiaba en la música, mi pasión. Pero, por suerte, descubrí que los verdaderos amigos no tienen porqué tener tu misma edad, ni tus mismas ideas, ni los mismos gustos, ni la misma religión...

Antes de morir me daré cuenta de que mis vecinos, al ser tan pocos, eran de los mejores amigos que habré tenido en mi vida, lo quiera admitir o no. Con vecinos me refiero tanto a niños como a adultos y ancianos. Todos formamos parte del mismo grupo, cada uno con distintas ideas, pero todos con el objetivo... de ser felices. Ningún otro objetivo, ni hablar de fútbol, ni hablar de política ni tocar música. Sólo eso, ser felices, ayudarnos entre nosotros, aprender los unos de los otros. Para eso están los amigos, ¿no?

Cabe destacar que no debemos aislarnos en un único grupo. Hace poco, conocí a una familia que vive en El Casar, un pueblo que me sorprendió por la cantidad de "canis y chonis" que había. Estos jóvenes, si no estáis muy metidos en el tema, no trabajan, no estudian, no se preocupan de su futuro. Se centran en consumir drogas y burlarse de los que tienen ideas contrarias a las suyas, cero respeto. Pues resulta que en esta familia, son puro amor. El hijo, de 15 años, de los mejores amigos que tendré en muuuucho tiempo.

Y así me pregunté: ¿Cómo es posible que ellos, viviendo en un sitio con gente como esa, sean tan buenas personas?

Ahora sé que la respuesta no está en el lugar donde te crías, sino en tu corazón, el mismo corazón que compartes con tus amigos, tu familia.

Espero que te haya servido para reflexionar :-)

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Un saludo, Javiolonchelo13.