Padres tecnológicos
Desde el principio de los tiempos ha existido una relación padres-hijos, pero no siempre ha tenido el mismo significado.
Cuando aún atribuíamos la lluvia y las tormentas al mero capricho de los dioses, esa relación era muy distinta. Los hijos eran mano de obra. Cuantos más hijos tuvieras, más fácil era cultivar una huerta, por ejemplo.
En la China medieval, los padres rezaban para tener hijos varones, y así "honrar" a su familia; mientras que una niña era indeseable. Irónicamente, hoy en día es todo lo contrario. Las familias chinas prefieren hijas antes que hijos, más que nada, porque les sale más barato (según me explicaba mi profesora de chino).
Bueno, que me desvío.
Seguro que a todos vosotros os ha pasado alguna vez, que vuestros padres os dijeran: "Yo a tu edad ya trabajaba", "Cuando tenía tu edad leía más libros que tú, así que ponte a leer".
Típico.
Pero no os preocupéis, los que tengáis una abuela o un abuelo en casa puede que les hayáis oído decir: "¿Por qué regañas al chiquillo? Si tú a tu edad eras mucho peor".
La misma pelea de siempre. Padres no comprenden a sus hijos, y viceversa. Pero eso es normal. Como he estudiado en biología, no somos una copia exacta de nuestros padres, sino una recombinación de los genes de ambos.
Pero estas discusiones se ven modificadas cuando tus padres se modernizan. Me explico: Yo siempre he tenido unos padres que no sabían utilizar bien las nuevas tecnologías, ni las necesitaban. Hasta hace poco. Ahora resulta que se les da mejor de lo que pensaba. Entonces, para mí son sorprendentes y hasta graciosos los nuevos métodos que utilizan nuestros "nuevos" padres.
• Primer ejemplo de discrepancia: Horarios
"Fulano, te quiero en casa a las 20:00", "Mengano, apaga la luz, que ya es tarde". A mí en concreto, me ocurre siempre. Todos los días la misma discusión. Es más, ahora mi madre ya no tiene ganas de estar berreando todo el día por la casa, así que se beneficia de su nuevo smartphone para dejarme mensajitos como este:

• Segundo ejemplo de discrepancia: Adicciones
Para aclararlo, no bebo alcohol, ni fumo, ni tomo otras drogas. Cuando hablo de adicciones me refiero al abuso de las nuevas tecnologías. Y esto es verdad, me pasa. Aunque no es justo que te digan "Deja el trasto ya, que te pasas todo el día mirándolo" cuando ellos también están tan enganchados como tú.

• Tercer ejemplo de discrepancia: Formas de comunicación
A lo mejor este caso es más aislado, pero merece comentarlo. Imaginad esta posible situación: Estás en la calle con tus amigos, tu padre te dijo que a las 20:00 te recogía, pero no te acuerdas muy bien y prefieres escribirle un WhatsApp:
- Oye papá, ¿dijiste que me recogías a las 20:00 o a las 21:00?
Ahora tu padre está escribiendo. Aunque parece, por el tiempo que tarda, que está transcribiendo la Biblia a 82 idiomas distintos. Al final te manda un mensaje:
- Ok
Te pones a pensar. ¿Qué querrá decir? ¿Te recogerá a las 20:00? ¿A las 21:00? ¿Se ha enfadado contigo y tienes que ir andando?
Nunca se sabrá...

Me podría pasar horas y horas escribiendo sobre esto, pero no quiero aburrir a nadie. Aunque si tenéis alguna experiencia similar, ¡estaría guay que la dejarais en los comentarios!
Se despide Javiolonchelo con una canción que me gusta. ¡Chao!



Comentarios
spidrmancoy - hace más de 9 años
Jajaja, súper RT a todo
missdreaming - hace más de 9 años
RT al RT de spidrmancoy. :) Y no os pasa que alguno de los padres diga siempre, pero si yo paso del móvil, y a los dos segundos está con él otra vez? Ha molado este post. :)
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.