Capitulo 8: Comida en la piscina
Hoy mis padres me levantaron pronto a las siete. Fue porque mi padre y yo nos teníamos que ir a un pueblo de al lado que tenia una carnicería, mi abuelo decía que la carne era buenísima.
- Max... vamos levántate.
- ¿Pero para que me llamas tan pronto?
- Porque te tienes que ir con tu padre.
- ¿A dónde nos vamos a ir a las siete de la mañana?
- Pues, a una carnicería del pueblo de al lado, que la carne es buenísima.
- ¿Y para qué?
- Pues que hoy nos vamos a pasar el día en la piscina.
- Que bien, eso cambia la cosa.
Entonces me puse el chándal y baje a la cocina. Allí me estaba esperando mi padre y mi madre. Mi abuela estaba durmiendo, lo normal.
- Hijo, vamonos ya.
- ¿Y cuándo desayunamos?
- Cuando terminemos las compras nos acercamos al restaurante del pueblo, y nos tomamos algo.
- ¿Te parece bien?
- Pues... claro que si.
Salimos a las siete y media, al pueblo llegamos a menos cuarto. No me lo imaginaba, la carniceria estaba llena de gente. Y habia una cola que daba la vuelta a las esquina, ya comprendia de que saliesemos tan pronto.
Al final nos atendieron a las nueve y cuarto, lo que compramos eran costillas y chorizos. Desayunamos en un bar de al lado de la carniceria. Lo que desayune yo fue una tostadoa y chocolate, mi padre cafe y galletas. De paso compramos el pan.
Llegamos a casa a las diez de la mañana, mi madre y mi abuela seguian durmiendo. A mi padre y a mi se nos ocurrio una idea:
- Papa, ya que estan durmiendo la abuela y mama, las damos un susto.
- Pero como las vamos a darles un susto.
- Vamos... animate, que va a molar.
- Vale, esta bien, ¿Y que vamos a hacerles?
- Cogemos y con el pulverizador del agua, les mojamos y luego las chillamos.
- No va a ser muy arriesgado.
- ¿De que?
- De que nos den un tortazo.
- Habra que intertarlo con esa dificultad.
- Jajajajaja
- Yo a la abuela y tu a mama.
Subimos despacito por las escaleras y sin hacer el minimo ruido. Cada uno ya estabamos en nuestros puestos.
- A la de tres, papa.
- Ok
- Uno, dos y ...
- Tres.... ¡Tomad!
- Papa, que nos han hecho una emboscada.
- Pero si nos han empapado la abuela y mama.
- Jajajaja eso os pasa por desafiarnos, os estabamos esperando.
Darles el susto nos salio al reves, pero nos hechamos unas risas. Cuando estabamos preparando las cosas:
- Max pasame la nevera
- ¿Dónde esta?
- Pues donde siempre, en la buardilla.
- Vale…, ahora subo.
- Toma.
Salimos de casa a las doce, fuimos a la piscina y pagamos.
En la piscina habia mucha gente, lo primero que hicimos fue dejar las cosas en una zona del recinto de la piscina. Cogimos las hamacas y bajamos todas las cosas a donde ibamos a comer, abajo, en el cesped. Me fui a bañar, yo solo, estuve por lo menos media hora. Hasta que oí la voz de mi abuela que me decia que bajase ya, que estaba toda la comida en la mesa. El menu que habia era: costillas con patatas fritas, chorizos fritos y ensalada de pasta. Cogi un libro de la biblioteca de la “pisci” y me eche la siesta. Asi acabo mi dia.



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