Tikker, el reloj que indica la hora de tu muerte

"La imaginación es más importante que el conocimiento" es parte de una famosa frase de Albert Einstein que además es muy cierta. Resulta que Fredrik Colting, un investigador sueco ha usado su imaginación para crear el Tikker, el reloj que indica las hora de la muerte, el mismo que señala los años, mese, días, horas, minutos y hasta los segundos que quedan para que su dueño fallezca.
Un invento de Fredrik Colting junto con el diseñador sueco Gstaf Wollin, quienes an catalogado al tikker como reloj de la felicidad"pues consideras que este invento logrará un mundo mejor.
¿Qué haríamos si nos faltase un día para morir? Es una pregunta que se suele hacerse a menudo y qu emuy probablesmente todos la hemos pensado alguna vez. Ahora, con este reloj en mano, probablemente podríamos pensar diferente a lo cotidiano.
Para calcular la fecha de la muerte de una persona y por lo tanto comenzar la cuenta atrás, Fredrik Colthing ha creado un cuestionario de factores que pudieran alterar el curso normal de la vida, sedentarismo, vícios ,indices de estrés... Lógicamente aquí no irán las probabilidades de morir en accidentes, pues como se sabe la vida no es negociable, pero la muerte es un seguro directo.
Tikker recordará constantemente al usuario que el tiempo se termina y que debe aprovecharlo al máximo. ¿Qué sucedería con la angustia de saber a cada rato, recordando por el Tikker, que el tiempo se escapa cada día?, y tu ¿llevarías este reloj de la muerte contigo?




Comentarios
goldencurls - hace más de 11 años
No lo llevaría conmigo pero es un invento muy complejo por lo que veo. No lo llevaría porque pienso que la muerte es algo natural y que nadie ni nada puede saber los días, años o meses que te quedan de vida. Es más viviría muy angustiada los últimos días de mi vida que marcasen el reloj
john snow - hace más de 11 años
seguramente con este reloj aprovechariamos mas el tiempo en vez de hacer tanto el gamba :)
partyflipa - hace más de 10 años
¡Qué horror! Me darían aún más ganas de apuntarme a trescientas mil cosas...