El concertado
Holaaa, al final volví. Tenía planeado escribir cositas pero se me hechaba el tiempo encima.
Hay un tema que siempre ha estado en el aire, no es ni mucho menos tabú, pero casi nunca se toca. Y es que seguro que más de uno tiene alguna anecdota sobre su instituto, en específico os quiero hablar desde el punto de vista de una chica que lleva en uno concertado desde infantil.
Cuando tú eres padre, y quieres apuntar a tu hijo en un colegio, lo primero que te preocupa es la cercanía, lo que te hayan dicho sobre este, y si es católico o no según tus preferencias o religión. Y en mi caso mi colegio parecía el indicado.
Vivo a 5 minutos, a mi madre le habían hablado super bien, y mi familia es católica. Perfecto.
A mi madre también le encantó que fuera súper pequeño, osea, una clase por curso. Lo que al cabo de los años acabaría siendo mi mayor pesadilla.
Al principio, relacionarte siempre con los mismos compañeros era lo mas guay del mundo. Mientras a mis amigas cada año las cambiaban y obligaban a separar amistades y hacer otras nuevas, yo estaba obligada a estar con los mismos 30 todos los años, todos los días, y todo el tiempo.
Eso al fin y al cabo todos sabemos como acaba. Retorciéndose muy duro.Y es que en menos de un año (primero de la eso), mi clase se dividió en 3. Las niñas, los niños y los raros.
Y quiero concretar que no pertenecía a ninguno de los 2 primeros. De hecho, toda mi vida pertenecí al los apartaditos.
Supongo que eso me ha llevado a ser la tía tan chula que soy ahora. (dab) En fin, nos quedamos 3, yo y 2 niñas. Y así nos llevamos lo que quedaba de curso.
Y el colegio para quedar de limpio quisieron mediar con nosotras (no con ellos) de manera que nos sacaban de clase y nos preguntaban que como estábamos, que si como nos sentíamos, bla, bla, bla. Y cuando les contábamos que es que nos hacían vídeos por internet, nos habían bloqueado, no nos contestában cuando les habábamos.
Decían que la culpa era nuestra. Bujarrada histórica.
Ya no era solo mi clase, sino eran los orientadores los que nos hacían sentir mal. Fue tal punto de rayada que un día le dije que no quería volver nunca más a su despacho. (me quedé demasiado bien diciéndoselo)
Luego me acabé enterando de que lo de que me sacaran en medio de clase sin previo aviso y me hicieran preguntas era ilegal. (doble dab)
En fin, soy consciente de que ese no es mi lugar, ni esas son mis amigas, porque la mayor diferencia entre un concertado y un público es esa capacidad de elegir el con quién te quieres juntar y con quien no.
Para que la historia tenga final feliz, he de deciros que ya mas o menos no formo parte de ese instituto porque la matrícula en el otro ya está hechada, así que en septiembre ya entraré en el nuevo.
Gracias por leer tremenda parrafada y espero que hayas aprendido algo nuevo. Saludos cordiales.




Comentarios
miss magic - hace 7 meses
Espero q hayas vuelto para quedarte... Qué tema tan importante y qué poco tratado. Una pena que en el instituto no hayan sabido lidiar con eso, ¿Cómo crees que deberían mejorarlo para que no le ocurra a nadie más? Menos mal que ya te van a cambiar. Espero leerte en próximos posts!!!
rulparty - hace 6 meses
Sí, ¡un tema muy importante!
Qué pena que hayas tenido que pasar por una experiencia así.
Tu nuevo centro, ¿es público? ¿Crees que es un centro público es más dificil que pasen esas cosas? Por lo que das a entender en tu texto, parece que sí...
Lo has contado muy bien. Te felicito...