Detrás de todo aquello.

Me levanto por las mañanas, preguntándome que será hoy de mí.
Todos han desparecido, dejándome en este lugar que poco a poco me está tragando. Dejando la fe, en el pasado, ahí he muerto, dejé de vivir por mí, al ver gente gritando de dolor, de miedo, de nostalgia; les entendía porque yo también tenía miedo pero la esperanza me mantenía despierto por las noches, me mantenía con la cabeza alzada recorriendo kilómetros, los sueños que aún estaban por cumplir, y fue justo eso lo que me hizo llegar hasta hoy, con la esperanza de que algún día todo cambiará.
Aunque estemos olvidados, nosotros podemos hacernos escuchar, demostrando que podemos, demostrando que tenemos algo que ellos no tienen. Tenemos fe, ilusión, valentía y es algo que ninguna catástrofe nos podrá arrebatar, y sé que alguien leerá mi mayor deseo, a lo mejor es un gran deseo, pues yo solo no lo podré cumplir, pero sé que lo vamos a conseguir, porque juntos podemos hacer cambiar el mundo y logrando así cumplir mi sueño y el de muchos otros: LA PAZ
Solo así reconstruiremos sonrisas, sin embargo, las palabras duelen más que las balas, ¿ y la mirada ?, ni es el estallo de una bomba duele tanto como una mirada, pero esto también puede cambiar, porque una palabra alegra y la mirada enamora y es por ello que llegará a importar más una sonrisa que un billete y la felicidad más que el poder.



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