Llena de lo vivido.
Maldita vida esta que me enseñó a ir con la cabeza bien alzada, me enseñó a seguir luchando el día que me tropiece. Me ha hecho vivir por las malas lo que es una realidad, sí esa realidad a la que tanto nos atrevemos a desafiar.
Contamos pasos, al igual que contamos los sueños rotos y eso, eso es lo único que nos convierte en valientes.
Nos proporciona millones de ilusiones, tantas que sentimos ganar a nuestro mayor enemigo: lo imposible y aún así no nos damos cuenta de que la vida es tan solo la sombra de nuestra realidad y la realidad de nuestros sueños, pequeños sueños llenos de grandes recuerdos.
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