Donde las palabras se volvieron valientes (EOTE/Temp.3/Cap.2)

"Yo me aventuraría a pensar que Anónimo, quien escribió tantos poemas sin firmarlos, fue a menudo una mujer". – Virginia Woolf
¡Hola a todxs!
¿Qué tal estáis?
Hoy, 13 de octubre, es un día muy especial que me parece muy importante homenajear para que no quede en el olvido. Este post de “El ocio también enseña” (EOTE) quiero dedicarlo al Día Internacional de las Escritoras. Quiero dedicarlo a ellas: a las mujeres que, con una pluma en la mano, se atrevieron a desafiar el silencio. A las que escribieron cuando nadie las escuchaba, y a las que hoy siguen inspirando con sus palabras. Porque escribir, para muchas de ellas, no fue solo un acto creativo, sino un acto de valentía.
Hubo una época en la que el simple hecho de escribir podía ser un escándalo si eras mujer. La literatura, como casi todo, era terreno masculino. Pero algunas dieron el paso para romper ese muro.
La gran y querida Jane Austen fue una de ellas. En pleno siglo XIX, decidió contar historias sobre mujeres reales, inteligentes, que pensaban y sentían por sí mismas. Pero tuvo que hacerlo bajo el anonimato: sus primeras obras las firmó como “By a Lady”. En un mundo que le negaba el derecho a expresarse, Austen lo hizo igual, y gracias a ello hoy seguimos teniéndola presente en obras como Orgullo y Prejuicio o Emma como relatos de libertad y humanidad.
Tampoco podemos olvidar a las hermanas Brontë: Charlotte, Emily y Anne. Publicaron sus obras bajo nombres masculinos (Currer, Ellis y Acton Bell) porque sabían que, si la sociedad descubría que eran mujeres, jamás serían tomadas en serio. Pero novelas como Cumbres Borrascosas o Jane Eyre se convirtieron en clásicos universales demostrando que la sensibilidad y la fuerza no son opuestos, y que la literatura también podía tener alma de mujer.
También mencionar a escritoras que escribieron tras la dictadura franquista, las protagonistas de la X edición del Día Internacional de las Escritoras. Durante décadas, las mujeres vivieron entre censuras, invisibilidad y miedo, y aun así lograron dejar su huella. Mujeres como Carmen Laforet, Almudena Grandes o Ana María Matute se convirtieron en referentes para muchas. Estas escritoras no solo contaron historias: rompieron la idea de que la literatura femenina era “menos” o “sentimental”. Sus obras abrieron paso a generaciones futuras y demostraron que escribir también era una forma de resistencia.
Muchos años después, las escritoras siguen demostrando que su voz es igual de poderosa y necesaria. Y en esta parte quiero hablaros de autoras que de alguna forma u otra han conseguido emocionarme, inspirarme o hacerme reflexionar.
María Martínez es, sin duda, mi favorita. Sus libros son un refugio. Habla de amor, de crecimiento personal, de aprender a quererse y de sanar heridas. Cuando no queden más estrellas que contar es, probablemente, uno de los libros más bonitos que he leído nunca. Tiene una forma tan delicada de escribir que consigue que sus historias te abracen incluso cuando hablan de dolor.
Rebecca Yarros, autora de la conocida por la saga Empíreo. Es de las autoras que más ha revolucionado el panorama literario actual con una historia llena de amor, fuerza, fantasía y emoción. Construyendo siempre personajes femeninos empoderados, valientes y reales, que rompen con los estereotipos.
Y, por supuesto, no podía faltar Stephanie Meyer, autora de Crepúsculo. Su saga marcó y sigue marcando a toda una generación (me incluyo). Más allá de una historia de amor, Crepúsculo fue una puerta para que muchas adolescentes descubrieran la lectura, y eso tiene un valor enorme. Gracias a ella, muchas personas comenzaron a amar la lectura y escribir sus propias historias.
Son muchas las autoras que decidieron y escribir incluso cuando el mundo decía que no podían. Lo hicieron porque sabían que las palabras no entienden de géneros y que son una forma de resistencia, libertad y cambio. Hoy, gracias a ellas, somos muchas las que podemos escribir sin escondernos, sin usar un pseudónimo, sin pedir permiso. Pero eso no significa que esté todo hecho. Todavía hay prejuicios, desigualdades y etiquetas. Por eso, este día no es solo un homenaje: es un recordatorio de lo que nos ha costado llegar hasta aquí y de lo que aún queda por hacer.
Escribir y leer es y será una forma de vivir, de existir. Tengo claro que mi futuro está rodeado de palabras y autores/as y, en parte, sé que es gracias a ellas. Gracias a las que abrieron el camino con su valentía, a las que escribieron tras el silencio con coraje, y a las que hoy nos siguen inspirando con sus historias. Porque cada vez que una mujer escribe, una parte del silencio se rompe para siempre.
Feliz día, escritoras.
Con cariño, Didi💜



Comentarios
rulparty - hace 12 días
¡Bravo, didi2008!
Qué texto tan chulo 💜. Cada vez que te leo, me descubres cosas y me haces reflexionar. Tienes una manera tan sincera y sensible de escribir que consigue llegar al corazón y a la mente. Me ha encantado cómo has rendido homenaje a todas esas mujeres que rompieron el silencio con su pluma, y también cómo conectas con las autoras actuales que siguen inspirando.
Gracias por escribir con tanta pasión y por recordarnos la fuerza que tienen las palabras.
Siempre fan.
piparty - hace 11 días
Me emocionan tus palabras. Es un placer leer tu entusiasmo por la escritura y, especialmente, tu conciencia sobre el hecho de que este derecho no siempre estuvo garantizado para las mujeres. También me encanta que sientas que aún queda mucho por hacer y por decir en la literatura desde nuestra voz.
Quiero compartir que, cuando leo a mujeres, me siento menos sola, más comprendida y menos “rara”. Poder seguir compartiendo nuestros pensamientos, experiencias y valores a través de las palabras nos hace más fuertes.
Dejo por aquí algunas autoras que me han inspirado al leer sus obras (probablemente conozcas a algunas de ellas):
- Nuria Varela (para conocer más sobre el feminismo).
- Florence Given (aceptación corporal).
- Marjane Satrapi (Persépolis es un cómic que merece muchísimo la pena).
- Moderna de Pueblo (para una lectura divertida, cercana y muy real sobre nuestro día a día)
Que sigamos leyéndonos, inspirándonos y haciendo visible nuestra voz.