Disertación filosofica
Identidad, personalidad, forma de ser… muchas maneras de llamar a un único concepto: ¿cómo eres?. Y, si consigues responder a esta pregunta, ¿por qué eres como eres?
Como decía Ortega y Gasset “yo soy yo y mis circunstancias”. Es imposible obviar que en la formación de la identidad, el ser humano tiene que lidiar con el ambiente que se le ha impuesto de una forma pasiva y con los hechos que le han ido ocurriendo a lo largo de su existencia. Así, las circunstancias que rodean a la persona son un factor muy importante que determina la identidad del ser humano ya que hará cambiar la forma de ser de éste. Por ejemplo, si en tu infancia has vivido en una casa donde la violencia ha ejercido el motor de tu aprendizaje, cuando seas adulto tomarás decisiones basadas en tu pasado bien para no volver a repetir tu historia o bien haciendo pasar a tu familia por lo mismo.
En la elección ya entra en acción la forma de ser de cada uno ya que ante la misma situación y con una vida similar, dos personas pueden reaccionar de una manera muy diferente.
También ha de tenerse en cuenta un componente social ya que los valores supuestamente vigentes en una sociedad u otra son muy distintos; la sociedad española es muy diferente a la sociedad senegalesa.
Aunque la identidad se vea influenciada por las circunstancias, el pasado, la sociedad, etcétera, bajo mi punto de vista, el componente más importante es la forma de ser de cada uno. Aun habiéndote inculcado unos valores cada uno tiene la suficiente capacidad para decidir si esto es bueno o si aquello es malo y viceversa.
Por otro lado, al pasado ha de tenerse presente para no olvidar los errores y volverlos a cometer pero no hay que dejar que nos nuble el presente y el futuro.
Rocío Gañan



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