Aves
Amanece, amanece un día más para una niña en un pueblo pequeño y recogido, ella vive en una calle tan estrecha que la puerta de su casa tocaba la casa de enfrente, dejando a si una dificultad a la hora de transitar hacia uno de sus sitios favoritos, un sitio donde estaría más tiempo que en su casa, un sitio donde vera más veces a una persona que a su propia madre, el colegio.
Amanece, un poco antes, para ayudar a hacer una labor, un deber, un esfuerzo hacia su madre, él vivía trece calles más arriba de un colegio, donde estaba estudiando, un lugar donde se cuenta que una niña delgada, simpática y muy estudiosa, vivía en una calle muy estrecha.
Cuarenta y cinco años de amaneceres después, empieza una jornada de trabajo, llevando a un niño al instituto, a una niña al instituto, trabajando en un sitio muy curioso, haciendo feliz a los que no lo son, arropando a los frioleros, acompañando a los solitarios y sobre todo riendo, riendo de día riendo de tarde, riendo. Esta señora decide lanzar un avión de papel al viento del sur, con la certeza de que caerá.
Lluvia un día más, andar, andar, mirar, pensar, andar, poco a poco un peregrino con una misión se dirige a su destino solo, con su cabeza, solo con un chubasquero. Piensa en que es, como es, como ha sido, que será. Piensa en todo pero no pensaba en una cosa, el cordón desatado de su zapato, se inclina pero, escucha un ruido en un arbusto, se encontró tembloroso un avión de papel arrugado, mojado que olía a risa y a luz, lo habré y lee.
Ayer amaneció, un día soleado, un día tranquilo en una casa donde vivían un niño que tenía una tienda y una niña que vivía en un sitio peculiar, ellos no se miraron, no hablaron, se separaron, cada uno soñó, hizo, se equivocaron lucharon, descansaron y cuarenta y cinco años pasaron hasta que el destino les unió, puro azar, pura teoría de que el mundo es demasiado pequeño, pero aquí están día a día, son felices, pasaron guerras en ellos, viven en paz sabiendo que se tienen el uno con el otro y no hay de que temer ya que son de hierro y no les pondrán vencer.
Un abrazo



Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.