Noche de rayos
Creo que tratar a una mascota como si fuese una persona no está bien, ya que se pierde algo mágico entre el dueño y el animal, si permanece ese vínculo animal persona los dos serán más felices. Creo
Yo tengo una mascota, que yo ignoro su nombre un poco ya que si ella sabe que te refieres a ella qué más da como la llames, ella me entiendo y yo la entiendo pero ninguno de los dos nos hablamos, yo no le digo palabras y ella solo mira, tiene unos ojos súper expresivos.
Pienso a veces las anécdotas con este animal y con mi otra perrita y pienso que es inusual, porque ni a mi familia ni amigos les pasan estas cosas, por ejemplo, cuando vino a mi casa la primera perrita, solo tenía tres semanas y le enseñe a dar la pata y a que cuando un coche se mueve cerca ella permanece sentada en un lugar seguro, la otra sabe dar abrazos, consiste en que su cabeza la pone en tu hombro y hace fuerza, sabe que los coches no se tocan y son peligroso, sabe pedir ayuda cuando se le pierde un objeto y te lleva donde lo perdió y sabe la distancia de las tormentas.
Serían las cuatro o cinco de la mañana, todo en silencio dormía una fresca noche de verano, ella se puso a mi lado, en la cama, mi cama está pegada con un radiador y una ventana amplia, con unas cortinas que se mueven de forma fantasmagórica, en un silencio asombroso, no se escuchaban vecinos, ni perros trasnochadores, poco a poco las tejas empezaron a chascar, estaba empezando a llover, me desvelé un poco y pronto me dormí, la tormenta se acercaba, sin hacer mucho ruido, mi perra se despertó y apoyándose con las dos patas delanteras en el radiados, moraba hipnotizada las tejas reciban agua, la tormenta empeoraba y yo me levante para ver qué pasaba, cuando sin aviso, una luz cegadora que duro un instante, manó de la ventana, ella se asustó muchísimo, porque después llego el sonido de la luz, un sólido bastante ensordecedor, ella se me acurruco a mi lado temblorosa y la tranquilizaba solo acariciándola, poco a poco con casa rallo y trueno se tranquilizaba, hasta un punto en el que la acerque, ella me miraba yo la miraba, oímos el ruido que venían después de las luces, y yo daba tres golpes al radiador, lo que ella lo miro, después fueron cinco ya que la tormenta se iba, después ella con el siguiente trueno dio seis veces un gruñido corto, después siente, ocho, nueve y hasta que la tormenta se fue poco a poco, luego de terminar esa escena tan curiosa en la que yo vi a mi mascota contar distancias y mirar me para sabes dónde estoy, a mí me hace ver un vínculo raro, mi mascota es única.
Un abrazo




Comentarios
rulparty - hace más de 8 años
¡Qué vínculos tan chulos se crean entre las mascotas y quienes las adoptan! Felicidades por el texto!
javiolonchelo13 - hace más de 8 años
Siempre me asombran tus palabras!
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