capitulo 2 de mi libro
Un dÃa, paseando por la calle, vio un edificio en llamas y a la gente gritar. Era lo suficientemente lista como para saber que habÃa alguien dentro. Claudia entro, pero esta vez, cuando intentó no quemarse, acabó con ardor. Como supo que no podÃa hacer nada en ese edificio, salió, y siguió su camino.
-Qué extraño -pensó ella- parece ser que solo me aparecen los poderes mágicos cuando estoy en peligro de muerte sin que yo me lo busque o cuando me insultan y pegan.
Y con esos pensamientos, se fue a su casa. Sobre las 21:30 llamaron al teléfono y dijeron:
-Hola, si aquà viven, José Moreno, MarÃa Darno y Felipe Moreno, es que ellos han ganado un viaje a Hawái durante dos dÃas: del 16 al 18 de Mayo.
-¿Y Claudia Moreno no?
-Lo siento, no figura el nombre
Claudia les dijo a sus padres y a su hermano lo que le habÃan dicho y estos se pusieron a saltar.
De repente la voz del fénix resonó de nuevo en su cabeza:
<<Un mes y nos quedaremos solos>>
Claudia sabÃa lo que ocurrÃa, y solo tenÃa un mes para que ese extraño poder que decÃa el fénix se acelerase.
Dos dÃas después se puso a pensar lo que le habÃa dicho el fénix sobre que era mágica. Después de recapacitar durante unos minutos, llegó a la conclusión de que el dominio del fuego, era magia, no una mutación, asà que empezó a intentar conseguir hacer fuego con las manos cuando ella quisiera; la pena es que todos sus intentos eran fallidos, asà que pensó que el fuego en todos sus libros se representaba con la ira, la venganza...y tuvo la idea de que podÃa hacer que su hermano la enfadara para que sacara el fuego de su interior.
El problema era que ella no sabÃa hacer enfadar a su hermano. Ya creÃa que no habÃa esperanzas.
-Me dijo que me matarÃa -Pensó ella.
Un dÃa más fue al colegio pensando que en un mes morirÃa.
A los dos dÃas, Claudia ya sabÃa el cómo hacer que le saliera una llama de fuego, pero no como ser inmune al este elemento y a sus horripilantes gases, asà que empezó a entrenarse de verdad.
Después de unas semanas de entrenamiento, a veces se iba al campo y se ponÃa a quemar hierba, arboles, y a veces podÃa fundir alguna roca (Cosa que cuando supo que podÃa hacer, se estremeció de emoción). Ahora ningún matón se metÃa con ella. Pero en ningún momento percibió que su poder aumentaba y eso le molestaba mucho. En alguno de estos momentos Claudia pensaba que a lo mejor podrÃa tener ese poder deseado si empezaba a destruir edificios y hacer cosas por el estilo, pero arrojó esos pensamientos de su cabeza y pensó en otras cosas como intentar hacer una prueba de resistencia e intentar quemarse el brazo para ver cuánto tiempo resistirÃa su piel al calor del fuego.
Después de un tiempo, Claudia en vez de quedarse diez segundos con el brazo ardiendo esa cifra aumento hasta conseguir algunos minutos.
Como era lunes, Claudia se tenÃa que preparar para ir al colegio, después de peinarse, asearse, vestirse…Claudia preparó la mochila y se fue de la casa. Como todos los dÃas en el colegio, a Claudia la aclamaban todos, pero esta vez no fue igual. Los mismos matones del otro dÃa, le pidieron el dinero del bocadillo:
-No habrán aprendido la lección aun -pensó ella.
Y esta se volvió a negar, asÃ, que la intentaron pegar, pero antes de que la pudieran hacer nada, salió una llamarada de la mano de Claudia que les quemo las puntas de los dedos. Esta vez, Claudia sintió como su sangre ardÃa y le encantaba esa reacción.
-Mis entrenamientos por fin dan sus frutos -imagino ella.
Desde ese dÃa Claudia supo que si incineraba algo muy poderoso, tendrÃa un poder superior, y eso era justo lo que querÃa.
Ese dÃa su familia se fue al viaje, y a Claudia le dejaron comida, dinero y todo lo que necesitaba.
Por sus ansias de conseguir poder y de ganar al fénix empezó a destruir las cosas que no le parecÃa correcto que existieran. Empezó con un bolÃgrafo, una piedra... pero siguió con coches destrozados y edificios abandonados. De todo esto, solo dejo muchos montones de cenizas.
Caminando una noche por la calle, vio a los matones del colegio que la molestaban tanto, pero esta vez sus quemaduras habÃan desaparecido. TenÃan que tener poderes, era imposible que esas quemaduras se fueran en tan poco tiempo. Al darse cuenta de esto, intento esquivarlos o salir huyendo, entonces se dio cuenta.
-Esos bichos, tampoco tienen pupilas en la noche -pensó.
Pero antes de terminar su pensamiento, una criatura, (demonio, según Claudia) se abalanzó contra ella.
Asà que probó una locura, de la que luego le llegarÃa a salvar la vida. En intento de subsistir, Claudia saco una bola de fuego de la mano y se quemó a ella misma, esta alteración de temperatura, provocó que Claudia empezara a arder como si fuera un meteorito entrando en la capa de ozono a trescientos mil kilómetros por hora. Entonces, las criaturas empezaron a arder, para volver a su lugar de nacimiento: el Inframundo.
Claudia sintió un fuego ardiendo en su interior, sabÃa que habÃa utilizado demasiado poder y que tenÃa que dejarlo o si no se caerÃa y se morirÃa. Intentando que no la vieran, fue hacia un puente de un parque cercano y se empapo entera. Al estar embobada pensando que casi se muere, no se percató de que una niña con ojos azules cristalinos y profundos la estaba mirando desde una ventana.



Comentarios
luisc - hace más de 13 años
bueno, se que es un poco corto pero.. ¡A ver que os parece!
airunosa - hace más de 13 años
Jolin a mi me deja muy intrigada de saber quien era la niña de la ventana!! espero ansiosa el capitulo 3 xD
partyflipa - hace más de 13 años
Yo lo estoy flipando. Me gusta mucho tu relato: cómo va entrenando (me iba preguntando mientras leÃa cómo lo habrÃa hecho yo), sus decisiones, los posibles dilemas y errores (quemar algo como un edificio)... También me parece interesante que hayas mezclado algo tan real como la angustia por el acoso escolar con la ficción. ¡A por el 3!
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