¿Cómo pasarse a Linux y no morir en el intento?
Buenas a todxs! En el anterior post, para toda esa gente que migrase de Windows 7 a Windows 10, di unos consejos sobre cómo utilizar Windows 10. Pero… ¿Y si nuestro ordenador no es compatible con Windows 10? O ¿Y si estoy cansado de Windows y quiero un cambio de aires? Aquí es cuando aparece nuestro amigo GNU / Linux (os recuerdo que tengo un post dedicado a este).
Puede que actualmente Linux no sea el sistema operativo más usado del mundo (refiriéndome al uso doméstico), pero es una gran alternativa actualmente, ya que no vamos a tener las carencias que teníamos hacer un par de años en Linux, y que hacían que te decantases por un sistema operativo u otro. Ahora que las diferencias ya no son tan abismales es el momento de darle una oportunidad (se la podéis dar en un ordenador un poquillo más viejo) y aquí estoy yo para ayudaros.
1. Escoge una distribución Linux para principiantes
Para empezar la mayoría de ellas están basadas en Ubuntu o en Debian, ya que actualmente son las distribuciones Linux más sencillas y las que cuentan con mayor cantidad de software. Las distribuciones que yo más recomiendo son:
Si vienes de Windows: Linux Mint y Ubuntu. Linux Mint está basado en Ubuntu y tiene una interfaz muy similar a la de Windows 7, por lo que todos los usuarios que son nuevos en este mundillo no van a estar tan perdidos, ya que se van a sentir como en casa gracias a que esta distribución cuenta de serie con un “Menú Inicio”. También viene cargada de bastante software interesante, como VLC o GIMP, lo cual permite a los usuarios evitar estar buscando en la red el software. Lo que no me acaba de convencer de esta distro es su tienda de aplicaciones.

Ubuntu también lo recomiendo porque es la distro “madre”. Además, también tiene una interfaz que comparte bastantes características con Windows, aunque no todas. La razón por la que la recomiendo es porque su uso es muy sencillo y además su tienda de aplicaciones ha mejorado bastante su catálogo, lo que se agradece.

Si vienes de MacOS: Elementary OS y Deepin. La primera está basada en Ubuntu y la segunda en Debian, por lo que recomiendo un poco más la primera. Su interfaz es prácticamente igual a la de MacOS, por lo que todos los usuarios de la manzana nunca tendrán problemas para entender su nuevo sistema operativo. Además al estar basado en Ubuntu y Debian también cuentan con un gran soporte de aplicaciones.

2.- La llegada de los paquetes “Snap”
Antes de esta salvación, intentar instalar una aplicación en una distribución Linux podía ser algo muy frustrante, porque a veces te faltaban cosas por instalar (las famosas librerías) y la aplicación nunca llegaba a funcionar. Gracias a Canonical, la empresa que está detrás del desarrollo de Ubuntu, la cosa se simplificó mucho, ya que ahora los paquetes Snap incluyen TODOS los archivos necesarios para instalar los programas, para que de esta manera nunca tuvieses problemas para instalar alguna aplicación.

Eso sí, para utilizar los paquetes “snap” recomiendo bastante Ubuntu, ya que estos están incorporados directamente en su tienda de aplicaciones, y con que hagas una búsqueda en ella puedes encontrar la aplicación que tanto quieres, como por ejemplo Spotify o Skype.
Cabe destacar que si usas otra distribución, no podrás buscar las aplicaciones en la tienda y tendrás que recurrir a la terminal (esto ya es más avanzado). También, gracias a estos paquetes, ahora disponemos de todas las aplicaciones esenciales que faltaban en Linux, como Chrome, Spotify, Skype…
3.- Todo listo para funcionar
Lo bueno que tienen la mayoría de las distribuciones Linux, es que estas suelen venir cargadas de software preinstalado. Suelen traer aplicaciones muy útiles, como suites ofimáticas (LibreOffice), reproductores de audio y vídeo (VLC), editores de fotografías (GIMP)… Esto permite a los usuarios evitar andar experimentando con el ordenador, y así en caso de que tu distribución Linux “pete”, puedes reinstalar todo asegurándote de que las aplicaciones más importantes van a estar ahí desde el principio y no vas a tener que estar buscándolas por el océano digital.

4.- Evita tocar mucho el usuario “Root”
Como ya dije en el post de Android, el usuario Root puede hacer de todo, por lo que si no quieres destrozar tu ordenador, no te tires la vida entera dentro de este usuario. Este solo deberemos utilizarlo cuando queramos VOLUNTARIAMENTE instalar software en nuestro ordenador o actualizarlo, ya que de esta manera estaremos protegidos ante las amenazas y cambios involuntarios.
Por último me gustaría acabar este post con un dato curioso, y es que la mayoría de la gente utiliza Linux sin darse cuenta, ya que muchos servidores, como los de Facebook, Google e incluso la propia Microsoft, utilizan Linux para manejar grandes cantidades de datos y el tráfico en red. Esto es debido a que Linux es un sistema operativo muy potente en el ámbito de la seguridad y las redes.

Espero que con estos consejos os ayuden a todxs aquellxs que queráis probar las distribuciones Linux y así no os perdáis con todas las posibilidades que este maravilloso sistema operativo nos puede ofrecer.
AIÓ
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Comentarios
rulparty - hace más de 6 años
Gracias jorgesongoanda, eres una fuente de información estupenda para aclarar dudas y proponer cosas que no se nos pasa por la cabeza. Me voy a plantear seriamente el pasar mi antiguo netbook a Linux...
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