Nadie como tú.
Daniel García Ruíz. Sé que no vas a saber de esto porque no lo puedes leer, pero necesito sacar todo lo que llevo dentro. Doy gracias ese veintisiete de junio y a que haya tenido que viajar hasta Cádiz por el simple hecho de haber conocido a la otra mitad de mi vida, al hombre que me complementa, un chaval de la otra punta de España. Hay gente que dice que el amor a primera vista no existe, pero entonces, ¿qué me sucedió al ver tus ojos verdes y tu preciosa sonrisa? Gracias por esos días y por esas noches, por esos besos y por esos abrazos, por despertarme a mitad de la noche con una caricia solo para seguir besándome, por haberme hecho rozar el cielo con la punta de los dedos con cada "te quiero" que salía de tus labios, por haberme elegido a mí antes que a nadie, por no haberte importado los años ni los kilómetros que nos separan, pues el amor no entiende de edad ni de distancia, por haberme hecho madurar antes de lo que hubiera hecho sin ti, por hacerme sonreír en mis peores momentos y llorar cada vez que miro por la ventana y te imagino aquí cerca, por ser simplemente tal y como eres, muy grande y con un corazón que no te cabe en el pecho, por hacerme sentir una princesa que sigue esperando a su príncipe y que le esperara hasta el final de sus días. Tú me has enseñado que los sueños se cumplen si luchas por ellos, y mi sueño es que alguna vez nos volvamos a ver y retomemos lo que dejamos atrás. Nunca te olvidaré Dani, nunca. Te quiero "mi vasco".
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