El Internado Blackthorn Capitulo 5
Capítulo 5: No estamos solos
La linterna de Emma parpadeó justo después del CLANG.
—Genial… —murmuró Nora—. ¿Alguien tiene pilas?
—¿Quién trae pilas al túnel secreto de un internado encantado? —dijo Liam, rodando los ojos.
Emma respiró hondo, intentando pensar. La puerta por donde habían entrado no tenía cerradura por dentro. Estaban atrapados. Pero no solos.
—¿Lo oís? —dijo Nora, con voz temblorosa.
Un leve crujido resonó en la oscuridad. Como si alguien —o algo— estuviera moviéndose en la esquina más lejana de la sala.
Liam encendió su linterna. La luz iluminó rápidamente la habitación… y algo se escondió detrás de una columna rota.
Emma se acercó lentamente, con el cuaderno de Eliza en la mano.
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Silencio.
Dio un paso más. Y otro.
Hasta que, de repente, una figura salió corriendo hacia el otro lado de la sala. Pequeña, con el uniforme del internado. Se tropezó, cayó al suelo, y gritó:
—¡No me hagáis daño! ¡No soy como ellos!
Emma, Nora y Liam se congelaron.
La chica tenía el cabello desordenado, la cara sucia, y los ojos abiertos de puro miedo. Temblaba. Emma se agachó lentamente.
—¿Eres… Eliza?
La chica la miró. Dudó unos segundos… y luego asintió con la cabeza.
—¿Cómo… cómo has sobrevivido aquí? —preguntó Nora—. ¡Todos piensan que desapareciste!
—No desaparecí —susurró Eliza—. Me escondí. Hay algo terrible en este internado. Y nadie quiere hablar de eso.
Emma le mostró el cuaderno.
—¿Tú lo escribiste?
Eliza asintió otra vez. Lágrimas empezaron a caerle por las mejillas.
—Lo intenté. Intenté avisar. Pero nadie escucha. Nadie quiere saber la verdad sobre el internado. Sobre lo que hicieron en el sótano hace años…
—¿Qué hicieron? —preguntó Liam, con el corazón a mil.
Eliza miró hacia la pared.
—Usaban a los alumnos para experimentar con el miedo. Querían crear… algo. No sé qué. Pero desde entonces, hay algo encerrado ahí abajo. Algo que se despierta cuando alguien encuentra los túneles.
Emma sintió un escalofrío.
—¿Y ahora… está despierto?
Eliza los miró a los tres, con los ojos muy abiertos.
—No solo está despierto. Nos está escuchando ahora mismo.
CRAAACK.
Un sonido seco y profundo resonó desde el suelo.
Como si algo… acabara de moverse.
Debajo de ellos.



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