Tormentas de Otoño: Segundo capítulo
📘 Capítulo 2: Él también está roto
El sábado por la tarde cogí un tren sin avisar.
Solo llevaba una mochila, el móvil, la estrella colgada al cuello… y la dirección que una vez vi escrita en el cuaderno de Leo: la casa de Elías en la ciudad.
Mi madre no lo sabía. Leo tampoco. Nadie.
Y me daba igual.
Tenía que verlo.
Tenía que decirle que no éramos hermanos. Que ya no había nada que nos separara.
Excepto nosotros mismos.
Llegué a la puerta bajo una lluvia fina. Toqué el timbre con los dedos temblando.
Unos segundos después, se abrió.
Y ahí estaba él.
Con el pelo más largo. Ojeras marcadas. Una sudadera gris con capucha.
Y los ojos… los mismos. Tristes. Oscuros.
Vacíos.
—Aitana.
Su voz fue un golpe en el pecho.
—No somos hermanos, Elías.
Silencio.
Solo la lluvia cayendo.
—Lo sé —dijo.
—¿Cómo?
—Leo me lo dijo hace tres días.
—¿Y por qué no me llamaste?
Él desvió la mirada.
—Porque no sé quién soy ahora. Ni quién eres tú después de todo esto.
Me dolió. Mucho.
—Yo soy la misma —dije—. La que te quiere. La que te esperó. La que lleva dos meses soñando contigo.
Sus ojos se llenaron de algo. Algo que no supe si era rabia o dolor.
—Yo no soy el mismo, Aitana. Yo… hice cosas. Me perdí. Intenté olvidarte.
—¿Con otra?
Él no respondió. Y eso fue suficiente.
Me aparté un paso. El nudo en la garganta me ahogaba.
—Te busqué porque pensaba que al saber la verdad… todo sería más fácil.
Él dio un paso hacia mí.
—Yo también te busqué, aunque no te lo dijera. Te vi en cada sitio donde no estabas. Me dormí pensando en ti cada noche. Pero eso no borra todo lo que rompimos.
—Entonces dime que ya no me quieres —le susurré—. Dímelo a la cara, y me iré.
Me miró. Largo. Fijo. Con esa forma suya de atravesarme por dentro.
—No puedo.
Me acerqué. Él no se movió.
—Entonces lucha por mí.
—Estoy roto, Aitana.
—Pues rómpeme también. Pero hazlo conmigo.
Y en medio del portal, bajo la lluvia, volvimos a besarnos.
Como si el tiempo no hubiera pasado.
Como si el dolor no hubiera existido.
Como si todavía tuviéramos una oportunidad.



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