Reflexión sobre la identidad personal. Daniel Royo
Yo pasé a ser pokero cuando se empezó a poner de moda hace unos 4 años, pasé a formar parte de esta tribu urbana junto a unos amigos de mi barrio que empezamos a ver a chicos más mayores que yo vestidos de forma particular y decidimos comportarnos de esa forma y vestirnos como ellos. La música electrónica, ir a las discotecas y aparentar ser el más malo con la ropa de chándal y chaquetas de estrellitas, después los chicos de mi barrio y yo ahorramos para comprarnos sellos de oro muy típico de los pokeros.
Lo esencial es el respeto entre pokeros y evitar que otras tribus urbanas estén por encima de ti, incluso llegamos a pegarnos con 5 raperos por habernos mirado mal con aire de superioridad, otros conflictos que eran muy habituales era que quien tuviera algún problema con cualquiera de nuestro grupillo del barrio, enseguida acudíamos en manada para solucionar el problema "disparando y después preguntando". Otra cosa que si que cierta es que no todos los pokeros son unos maleducados, y que buscan pelea ya que todo el mundo es libre de vestir de la forma que más le guste y por ese mínimo detalle no debe ser esa persona juzgada, primero conocednos luego juzgar.



Comentarios
partyflipa - hace más de 14 años
Me gusta eso de "aparentar ser el más malo con la ropa de chándal". Creo que, por las apariencias, he conocido a gente que aparentaba ser dura y, luego, hablando con ellas y ellos, me ha sorprendido lo dulces o agradables que eran. Está interesante cómo relacionamos ciertas ropas, que en principio no tienen mayor significado, con algunas conductas... como por ejemplo la violencia. Una sotana o una falda larga tienen un significado. Una minifalda, tiene otro. Una chaqueta de cuero, otro significado. ¡Qué curioso y, si lo piensas, absurdo!
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.