Bruma, capítulo 1
Capítulo 1. ¿Preparada? Preparada.
Nos acomodamos en unos sofás esperando a que Donna, Afrodita y mi equipo de preparación lleguen. Ellos, junto a Finnick, Blanca y Blight, me prepararán física y psicológicamente para la gira.
Justo cuando parece que voy a dormirme, cinco criaturas capitolianas entran por la puerta causando bastante alboroto.
- ¡Madre mía, Johanna!- exclama Afrodita-. Estás más alta, pero… ¡Necesitas una depilación urgente! ¿Y qué te dije sobre morderte las uñas? Pero no desesperes… el equipo de preparación te dejará perfecta.
Le dirijo una mirada asesina, pero no parece darse cuenta.
- Si quieren que les ayude en algo…- se ofrece Annie.
- Oh, nos vendría genial una ayudita, querida- dice Donna, al tiempo que me llevan casi a rastras a una habitación contigua a la que estaba antes. Tiene una camilla y cajones con todo tipo de artilugios y maquillaje.
- Siéntate ahí, Johanna- me ordena Faustina.
- ¡No!- replica Abyade-, antes tiene que quitarse esa aburrida ropa y ponerse una bata de ahí.
Decido hacer caso a la segunda y, con ayuda de Annie, me cambio de ropa en un momento. Para cuando termino y me siento en la camilla, ellas aún siguen discutiendo.
- ¡Oh! Genial, Johanna. Eres una chica muy inteligente e independiente.
“Más inteligente que vosotros sí”, pienso.
- Te llamaremos cuando esté lista, Afro- dice Heraclio-. Srta. Cresta, usted puede quedarse. La tendremos en belleza cero en un santiamén.
Para aclarar las cosas, belleza cero no significa sin belleza, sino más bien naturalidad o perfección. Me depilan las piernas, me quitan lo que sobra de las cejas, me hacen la manicura, me blanquean los dientes, me quitan imperfecciones, y en lo que a mí me parecen años y a ellos un santiamén, me avisan de que ya estoy lista para que me vea Afrodita.
- Estás muy guapa, Johanna- me dice Annie. Mirarla hace que se te reblandezca el corazón. Tiene mi edad, pero rebosa una bondad e inocencia que nunca he poseído. Al instante me doy cuenta de lo que hizo que Finnick se enamorara de ella. Es la esperanza de que quedan buenas personas en este mundo hostil-. ¿Sabes? No paro de preguntarme una y otra vez la razón por la que Finnick no me ha abandonado todavía. Me refiero, chicas como tú, más divertidas, atractivas e ingeniosas que yo… él podría disfrutar mucho más con vosotras, y sin embargo…- se lleva las manos a la cabeza, apartando esos horribles pensamientos.
- Annie… Finnick te quiere de una manera tan incondicional y profunda que dudo que deje de hacerlo algún día.
- De acuerdo. Gracias, Johanna.- Dice, volviendo a su postura habitual.
Un poco después llega Afrodita con una sonrisa en la cara. Bueno, con los labios ligeramente curvados, nadie puede llamar a eso “sonrisa”.
- Tengo un vestido perfecto para ti. Ya no puedes seguir vistiendo de rosa, así que he diseñado un vestido verde oscuro bastante ancho en las caderas. Tiene un cinturón negro y botas de camuflaje. Es muy cómodo- oír todo eso me alivia un poco.
No es mala idea, así que me limito a asentir. Ella saca mi vestido de uno de los armarios y se pone manos a la obra. Me pinta las uñas de camuflaje a toda velocidad y, cuando se me secan, me pone el vestido con cuidado y me empieza a cepillar el pelo. Hace tiempo que no me lo corto. Decide por su cuenta cortarme un flequillo recto, y no me queda mal. Lo demás lo deja suelto, algo que agradezco. Yo me encargo de ponerme el cinturón y las botas. Ella me maquilla con rímel y sombras de ojos verde oscuro.
Me miro al espejo, y no estoy nada mal. Salgo de la habitación con Annie y llego a donde estaba al principio.
- Habéis tardado horas- comenta Blight.
- Ha merecido la pena- replica Finnick-. Miradla, ¡es una guerrera! Me encanta.
- Gracias. ¿Cuánto falta para llegar al 12?
- Mira por la ventana- dice Blanca.
Así lo hago, y veo a lo lejos un gran edificio con un 12 en lo alto. Su Edificio de la Justicia. Dios, habré estado un montón de tiempo preparándome. Al instante noto que tengo bastante hambre.
- Y… ¿Cuándo vamos a comer?
- En cuanto lleguemos- responde Blanca-. Aún tenemos que prepararte para dar el discurso.
“Si no quiero enamorar a nadie por el camino tendré que aprender de Blight”, me permito pensar.
El tren se para. Bajo, y un hombre bajito y rellenito, con unos amables ojos grises, nos da la bienvenida.
- Dentro de dos horas tendrá lugar en discurso, de modo que tendrá que comer y prepararse rápidamente- anuncia, y tras mirarme añade: lo bueno es que ya está vestida.
Mientras se prepara la comida, decido salir y dar una pequeña vuelta por el Distrito. Al salir me fijo en que es más pequeño de lo que creía. Hay personas que me miran con odio, otras con miedo, y la mayoría ni me miran. Francamente, prefiero lo último. Camino por las calles viendo niños esqueléticos y mujeres y hombres mustios. Paso por lo que sería el mercado negro del Distrito. Se llama “el Quemador”. Decido cambiar de ruta, y llego a la parte “rica” del Distrito. Hay médicos, ferreterías, carnicerías, y una panadería con un letrero un tanto descolorido. Pone “Mellark’s Bakers” y su escaparate presenta productos que, hace un año, era un lujo impermisible para mí. Pero no es eso lo que me llama la atención, sino un chico rubio y pálido de unos trece años que mira a través del cristal con expresión nostálgica. Sigo su mirada y me encuentro con una pareja, ambos morenos con ojos grises. El chico es más grande y corpulento, aunque está muy delgado; la chica es muy menuda y lleva el pelo trenzado. Podrían ser hermanos, pero algo me dice que no lo son.
Decido volver al Edificio. Oigo mi nombre en los susurros de la gente, pero hago caso omiso de ello. Cuando llego, me choco con Finnick nada más entrar.
- ¿Se puede saber dónde te has metido?
- Necesitaba tomar el aire.
- Todos te están buscando. Bueno, dí que estabas dando vueltas por el Edificio, ¿vale? Venga, vamos al salón.
Llegamos, y todos están ya sentado. Nosotros tomamos también asiento, y al poco tiempo una señora nos trae la comida. Entre el alcalde y yo hay una chica de doce o trece años rubia y pequeña, con pecas alrededor de la nariz.
- Hola. Me llamo Johanna, aunque creo que ya lo sabes. ¿Quién eres tú?
- Yo... mi nombre es Magde.
Parece callada, así que no digo nada más. Me como mi sopa de lo que parece ternera y, cuando acabo, me enjuago los dientes y me tomo una pastilla de menta. Sigo a Blanca y los demás hasta la puerta.
- Bien- dice ella-. No tenemos mucho tiempo, así que te cuento. Olvida lo de fingir que eres inocente, ya has dejado claro que no lo eres. Tienes que buscarte su perdón, y encargarte de que no te olviden.
- ¿Preparada?- pregunta Finnick.
- Preparada.
Las puertas se abren y salgo con paso decidido. Dispuesta a causar impresión.




Comentarios
corcheita44 - hace más de 11 años
Ahhhhhhhh por fin!!!!! Me encanta muchas gracias sigue así pliss!! =D
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Graciaas ^^
corcheita44 - hace más de 11 años
Gracias a ti! PD: Que linda y tierna que es Annie♥
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Annie es un amor *-*
180holas - hace más de 11 años
Annie es un verdadero idolo, pero johanna es la os**a
corcheita44 - hace más de 11 años
Jajajaja muy de acuerdo contigo!
180holas - hace más de 11 años
jajaja
gemika - hace más de 11 años
Es realmente waaaw. Para cuando el capítulo 2???
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Hoy subo el capítulo 2 ;)
partyflipa - hace más de 11 años
"Al instante me doy cuenta de lo que hizo que Finnick se enamorara de ella. Es la esperanza de que quedan buenas personas en este mundo hostil." Muy bueno.
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Gracias Partiflipa ;) Es que Annie es así
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.