Cibercorresponsales

Bruma, capítulo 11

Publicado por rocio_dreamcatcher el 18/03/2014 · Categorías: Curiosidades, Pensamientos, Creación, Libros, mi novela, LJDH, personalidades, idolos, La chica de las hachas, capítulo importante!, valentía, impactante, Escribir, Bruma

Capítulo 11. Mentorización, modo ON.

Todos aplaudimos, y la carroza del Distrito 1 empieza a avanzar. Los tributos llevan unas túnicas blancas con alas, que les hacen parecer ángeles. Ambos son rubios con los ojos azules y bastante pálidos, así que se identifican bastante con su atrezo.

Los del 2, por el contrario, van de negro con una sola prenda tremendamente ajustada, que deja a la imaginación todas las partes de sus cuerpos. Llevan mucho maquillaje blanco, y cuando se acercan puedo distinguir que sus trajes tienen líneas curvas blancas pintadas por todas partes.

Los tributos del 4 se visten con unas telas que se parecen a las olas del mar, y el chico lleva un tridente dorado. No puedo reprimir el pensamiento de que lo más posible es que sea de plástico.

Xaswol y Alisson van de árboles. Punto. Creo que Afrodita no es su estilista este año, porque no hubiera dejado que les vistieran así. El traje en sí está bastante bien hecho, pero, ¿la originalidad? Inexistente.

Las demás carrozas pasan, y llega la parte más importante de la noche: conseguir patrocinadores. Cuando creo que los profesionales (bueno, los mentores, pero no dejo de pensar que tienen una alianza y que nos van a matar a todos) se han ido a la caza de patrocinadores, Gloss me dice:

- Tus tributos están genial. Ven, voy a contarte algunos trucos sobre cómo conseguir patrocinadores. Es tu primer año, así que voy a ayudarte. Venga, ven.

Tardo un poco en reaccionar por la sorpresa, pero le sigo. En un momento dado me giro para buscar a Finnick, pero no le encuentro por ninguna parte. Entonces veo un papelito que sale de mi bolso. Lo abro, y es una carta.

“Espero que disfrutes de la noche y no te aburras demasiado. Yo tengo que conseguir patrocinadores de la manera en que desearía que nunca tuvieras que conseguir tú. Hazte amiga de los mentores profesionales.

Un abrazo de esos que no quieres darme, Finnick Odair”

Sonrío al leerla, a pesar de que es algo triste. Gloss y Cashmere me esperan, mirándome fijamente. Ambos son muy rubios, aunque ella tiene los ojos verdes y él marrones. No sé quién es el mayor, pero sé que ganaron dos Juegos consecutivos. Claro, como uno no quiso venderse, el otro tuvo que pagar.

Les sigo y me mezclo entre los capitolianos. Veo como la gente me mira, y me doy cuenta de que nunca había estado tan cerca de ellos. En un momento dado, siento una mano en mi culo, y me giro repentinamente. Hay mucha gente, y no puedo distinguir cual era la mano, pero me produce un tremendo escalofrío.

- Van, Johanna. Voy a enseñarte a conseguir patrocinadores- me dice Cashmere-. A Gloss se le da bien, pero yo soy la verdadera profesional en esto. Solo tienes que comportarte como si fueras un capitoliano más, y adornar las cualidades de tus tributos. Venga, hazme una demostración.

Cojo al primer capitoliano que veo, y le digo, intentando imitar su acento y postura:

- ¡Ay! ¡Qué emocionante!, ¿verdad? Todos esos tributos, tan guapos… los del 7 están geniales este año, ¿no crees?

El chico tiene que tener unos treinta años, y me mira con una expresión bastante rara.

- Ay, sí, tía. Están geniales todos, pero los del 7, con la súper-mentora que tienen, están mejor aún. Me alegro muchísimo de conocerte, Johanna Mason. Cuenta con mi voto, ¿vale?

- Eh… de acuerdo…- le respondo, y después de darnos dos besos en las mejillas (lo que me produce un asco tremendo), me alejo de él.

- ¡Lo has hecho genial!- me felicita Cashmere-. Sigue así, conseguirás muchos patrocinadores.

Paso el resto de la noche besando a la gente e imitando sus acentos y sus posturas con un único propósito: conseguir patrocinadores. Muchos me dicen que estarán encantados, aunque en ocasiones me inquieta la mirada que me dirigen los capitolianos. Creo que no les ha quedado claro del todo que no voy a vender mi cuerpo.

Pero bueno, los días pasan. Xaswol está cogiendo peso, pero sinceramente, dudo que gane. Creo que Alisson ni siquiera va a los entrenamientos. Unos tributos geniales, ¿verdad?

Finnick tiene como tributos a Parker y a Sophie, y están bastante bien cualificados. Sinceramente, espero que gane alguno de ellos.

Xaswol ya tiene más que aceptado su destino, y lo recalcó ayer en la cena. “Bueno, al menos mis últimos días están siendo mejor de lo que esperaba. Creo que si voy a morir en los Juegos, mejor que sea pronto. Así tendré el recuerdo de las comodidades del capitolio, ¡y el estómago lleno!”. Justo después de eso le abracé, porque es una de estas personas que, aunque no tengan esperanza, son optimistas, e intentan hacer lo posible para que los demás no se sientan mal. Es lo contrario a mí.

Hoy son las entrevistas, y estoy nerviosa. Alisson me ha dicho que lo hará como le dé la gana y que no quiere mi ayuda, y yo le he dicho que vale.  Con Xaswol he trabajado para conseguir que sea adorable, puesto que no encuentro otra cualidad que le sirva para conseguir patrocinadores. Él sonríe, pero sé que no es feliz. Y duele mucho verlo.

Alisson lleva un vestido enorme color verde oscuro, y Xaswol un sencillo esmoquin. Me acuerdo de cuando Josh dijo que se había quitado su camisa porque picaba, y no puedo evitar sonreír. Pero Alisson se encarga de cambiar mi sonrisa por una expresión de odio con unas simples palabras.

- Tu Josh García estaba sin camiseta el año pasado, ¿no? Os tuvisteis que quedar todas heladas, ¿eh? ¿O fue él quien se heló?

- Alisson, te vas a comer mi hacha como no te calles.

- Venga, inténtalo- me dice, sonriendo pícaramente. Mis músculos se mueven sin previo aviso y le pego una bofetada antes de que nadie pueda evitarlo.

- He dicho que cierres la boca.

Por suerte, nadie me ha visto. Me voy corriendo y me siento en uno de los asientos de primera fila. Gloss y Cashmere están a mi izquierda, y Finnick a mi izquierda. Noto que me agarra la mano, y me giro hacia él.

- La echo de menos- me dice en un susurro.

- Tienes que ser fuerte, Finnick- le respondo.

- Lo sé.

Las entrevistas empiezan. No son tan distintas a las del año pasado, y probablemente todas sean iguales. Veinticuatro niños desesperados por ganar. Bueno, por sobrevivir. Aquí no gana nadie.

Los profesionales gustan a todo el mundo, pero se va perdiendo el interés según pasa el tiempo. Alisson se hace la sensible, diciendo que sabe que no a poder ganar, y que solo quiere decir a su familia que la quiere mucho. Si la quisieras, digo para mis adentros, intentarías ganar. Aunque sea por ellos. Xaswol es adorable y gusta a la gente, pero no tanto como los profesionales.

Cuando las entrevistas acaban, voy a la habitación corriendo y me ducho. Sé que tengo que volver a conseguir patrocinadores, pero esto es muy estresante. Valentine está en su habitación, y prefiero no entrar. Creo que te quedas colocado solo entrando ahí.

Intento llevar la noche lo mejor posible. Les digo a Alisson y a Xaswol que intenten dormir un poco, aunque sea difícil. Esa será la última noche que duerman sin miedo a no despertar. Incluso si ganan. Finnick se va, y yo hablo un poco con Cashmere y Gloss. Han descartado completamente a Alisson (de hecho, no me importaría si sus tributos le matan en el baño de sangre), pero intento convencerles de que se alíen con Xaswol. Quizá pueda vivir un poco más así. Ellos dudan, pero al final consigo que acepten a medias. Se portan muy bien conmigo, pero yo sé que hay algo detrás de eso. Vamos a ver, maté a los del 1 el año pasado. Pero bueno, no me viene nada mal un poco de ayuda en estos Juegos.

Ellos son aliados en mis propios Juegos del Hambre.