Cibercorresponsales

Bruma, capítulo 17

Publicado por rocio_dreamcatcher el 02/06/2014 · Categorías: Creación, Libros, mi novela, LJDH, personalidades, OMG!, valentía, Escribir, Bruma, Amor, Entrevistas!

Capitulo 17. Las nuevas tácticas del distrito 12

Los del 1 son la clara imagen de ser un pijo de remate. Plumas rosas. Por todas partes. La chica, rubia de ojos verdes, saluda enérgicamente a los capitolianos. Espero que no gane, no porque ya ha haya cogido manía (que también), si no porque si lo hace, su cuerpo será de ellos. El chico es altísimo, y también saluda, pero con menos ganas que la chica.

La carroza del distrito 2 está ocupada por dos polos opuestos. Por un lado, la chica, morena, con ojos oscuros, piel clara, pequeña; por otro lado, el chico, alto, musculoso, rubio, con ojos azules. Solo tienen en común su mortífera mirada. Me fijo ligeramente en que, a pesar de que no tienen cogidas las manos, se aferran al otro con sus cuerpos. Me recuerda al abrazo de Aaron y Vilenna.

Finnick tenía razón cuando dijo que no iba a ganar este año. Sus tributos son jóvenes, delgados, y sin formación.

La del 5 me llama la atención por su pelo rojo y la cara de inteligente que tiene. Les tengo que decir a mis tributos que tengan cuidado con ella.

Aaron y Vilenna están vestidos con una prenda que les cubre todo el cuerpo e intenta imitar un árbol.

Pero lo que más impacta de toda la presentación, al igual que en la cosecha, es el distrito 12. Van totalmente de negro, y no destacan mucho. Pero cuando empiezan a avanzar, sus trajes empiezan a arder. Literalmente. Las llamas van saliendo por todas partes, y ellos se dan la mano y las levantan. Es increíble.

-¡Madre mía! Los del distrito 12 pisan fuerte. ¡Pero qué original! Me encanta, me encanta, ¡me encanta! – grita Caesar Flickerman por el micrófono.

Acaban de borrar del mapa a los demás tributos.

Cuando todos se bajan, los profesionales fulminan indiscretamente a los del 12 con la mirada. No sé qué táctica estarán usando, pero es totalmente contraria a la mía de no destacar. Los tributos más peligrosos ya les tienen fichados.

Me despido de Finnick, dedicándole una sonrisa triste. Echa un suspiro de frustración, y se va.

No me esfuerzo mucho en hablar con los capitolianos. La verdad es que no estoy de humor para nada más que para dormir. Así que, después de hablar con unos cuantos, me voy hacia mi compartimento.

Oigo voces según subo el ascensor, sobretodo en el 2. Pero cuando llego a mi planta, no se escucha nada.

Me meto en la cama y duermo, esperando que esto pase lo antes posible. Lo peor de todo es que no sé lo que quiero decir con “esto”.

Empiezo de nuevo la rutina de mentora. Veo a Aaron y Vilenna mejorar físicamente, pero no lo suficiente. No creo que ganen tampoco este año. Todo es deprimente. Ganar los juegos es deprimente. Vivir en esta sociedad es muy, muy deprimente.

Ambos saben su destino, y no se molestan en ocultarlo. Intentarán ganar, no son como Alisson de los 72º Juegos, pero no tienen esperanza. Ya no tienen nada.

Poco a poco voy conociendo los nombres de los demás tributos. Los del 1 son Glimmer y Marvel. Los del 2, Clove y Cato. Creo sinceramente que ellos dos tienen algo. El del 12 es Peeta, y los del 11 se llaman Rue y Thresh. Creo que la victoria va a estar entre el último, Cato, Clove, la del 5, y quizá Katniss. Sacó un 11 en las puntuaciones, lo que la hizo destacar aún más. En el capitolio le llaman “La chica en llamas”.

El día de las entrevistas me encuentro más estresada de lo normal. Les enseño más o menos lo que tienen que decir, y no lo harán mal, pero no conseguirán muchos patrocinadores. Me siento culpable porque no me estoy dedicando bien a mi tarea de conseguirles patrocinadores, y ahora intento hacerlo a toda costa.

Vilenna lleva un vestido blanco que contrasta con su pelo negro. Tiene los labios totalmente rojos y un intrincado moño. Me recuerda a Blancanieves. Aaron va de azul oscuro, lo que le da un aspecto formal. Está muy repeinado, demasiado, como si le hubieran echado grasa de pollo en el pelo.

- Aaron. Ven- le digo, y le despeino el pelo-. Así, mucho mejor- por un momento, me da la sensación de que parezco su madre.

- Gracias, Johanna- dice, suspirando de alivio.

Glimmer utiliza el factor sexy para sus entrevistas, haciéndose la tonta (o siéndolo, simplemente), y provocando a la multitud. Los hermanos no tendrán muchas esperanzas puestas en ella, porque sería mejor para ella que muriera.

Tanto Marvel como Cato se hacen muy amigos de Caesar, pero son máquinas implacables de matar. Cato más que Marvel. Clove se podría definir como bajita pero matona. Se parece a mí, y no puedo evitar apreciarla un poco. Creo que es casi más peligrosa que su compañero, tiene una habilidad excelente con los cuchillos.

La del 5 es astuta y calculadora. Mis sospechas se confirman, es inteligente, y hará lo que sea para ganar.

Aaron y Vilenna no destacan mucho, pero están bien. Él es gracioso y Caesar pasa un rato divertido con él, y ella es adorable con el vestido, que le atribuye personalidad.

Rue, la del 11, tiene sólo doce años, y parece, con su vestido de alas, un pájaro del peso de una pluma. Dice que cuesta atraparla, y si no la atrapan no podrán matarla. Que no la descarten tan rápido. Bueno, yo creo que el primer día no morirá.

Ahora llaman a Katniss Everdeen, a la chica en llamas, y llega con un vestido rojo que recuerda a su presentación. Empiezan bromeando, cuando Caesar le pregunta que qué es lo que más le ha gustado de aquí, responde que el estofado de cordero. Sí, es una de las pocas cosas buenas del capitolio. Luego se pone a girar, y de su vestido sale fuego. Pues un caramelo para ti, Katniss. La única parte seria (y coherente) de la entrevista es cuando hablan sobre su hermana. Pero me hace odiarla, porque ella ha podido salvarla, y yo no.

Peeta Mellark es chico del 12. Es increíble manejando las palabras y se entiende a la perfección con Caesar. Si no fuera de ese distrito, quizá podría ganar. Me gustaría citar exactamente lo que hizo que, una vez más, todos los distritos excepto el 12 pasaran a un segundo grado de importancia.

“-Bueno, hay una chica- dice él, suspirando-. Llevo enamorado de ella desde que tengo uso de razón, pero estoy bastante seguro de que ella no sabía nada de mí hasta la cosecha.

La multitud expresa simpatía: comprenden lo que es un amor no correspondido.

- ¿Tiene a otro?

- No lo sé, aunque le gusta a muchos chicos.

- Entonces te diré lo que tienes que hacer: gana y vuelve a casa. Así no podrá rechazarte, ¿eh?- lo anima Caesar.

- Creo que no funcionará. Ganar… no ayudará en mi caso.

- ¿Por qué no?- pregunta Caesar, perplejo.

- Porque…- empieza a balbucear Peeta, sonrojándose-. Porque… ella está aquí conmigo.”

El Capitolio se resume en una mueca de sorpresa y desconcierto. Miro a Finnick, tiene, supongo, la misma cara que yo.

Siguen hablando, pero dios, es algo difícil de asimilar. Me imagino la frustración de los del 2, porque tengo firmes sospechas de que tienen algo. Y también de que los del 12 solo están actuando. Desde luego, si lo que querían era llamar la atención, lo han conseguido.

Pero a ver de qué les sirve en la arena.