Gritos, capítulo 3
CAPÍTULO 3
Sentí cómo la forma del hacha compenetraba con la forma de mi mano. Un escalofrío recorrió mi espalda. Sentía la fuerza. Sentía el poder.
Bajo la luz de la luna, el hacha recién clavada en el árbol se mostraba imponente. Con un bostezo, decidí que ya era hora de acostarme. Mañana sería la cosecha.
Me acurruqué bajo las sábanas rogando no despertar.
Pero como la vida es muy injusta, la luz del sol me obligó a abrir los ojos.
Apenas me arreglé. No sentía miedo. No sentía dolor. La verdad es que sentía algo mucho más simple. Enfado.
Con unos vaqueros, una camiseta negra y sin peinar, salí a la calle y me uní a la multitud. Una chica de mi edad en los primeros juegos, más o menos, se acercó a mí.
- Johanna Mason… siempre serás un ejemplo de valentía para todos nosotros- me dio un pequeño abrazo-. Intenta ganar. A lo mejor puedes.
Sonreí lo mejor que pude.
- Es posible. Gracias.
Caminé hacia el edificio de la justicia. Había mucha gente ya. Incluso Blight estaba ahí.
Miré a las urnas. Tenían un solo papel en cada una. Me mareé unos segundos, tuve que apoyarme en una barandilla para no caerme.
Subí las escaleras del Edificio lentamente. Miré al frente y observé a la multitud. El ambiente, a pesar de que estaba muy claro quienes iban a ser los elegidos, era tenso.
Donna entró en escena. Llevaba un vestido a rayas rosas y blancas, muy abultado. Parecía una tarta de fresa. Su sonrisa no era tan amplia como los otros años. Recitó el discurso del capitolio con voz mucho más triste de lo habitual.
Cogió las dos papeletas de las urnas. Las abrió con cuidado, lentamente, como si ella tampoco quisiera que esto pasara.
- Blight Ginger… y Johanna Mason- nos miró a los dos.
Sentí una puñalada en el pecho al escuchar mi nombre. Me acerqué a ella. Apreté los puños. Los agentes de la paz nos llevarían directamente al tren, puesto que ninguno teníamos que despedirnos de nadie.
- ¿Puedo decir unas palabras?- le susurré a Donna.
- Claro.
Me adelanté unos pasos hasta llegar al micrófono. Sentí la sangre hirviendo, corriendo a toda velocidad por mis venas.
- Probablemente no vuelva. Probablemente muera en estos juegos. No voy a mentir. Pero sólo quiero que sepáis que sois fuertes. Más fuertes de lo que creen. Y sé que ellos, los del capitolio, verán esto, pero me da igual. Quiero asegurarme de que lo sepáis. Sois mejores que ellos. Más fuertes. Más unidos. Y juntos… ¡PODEMOS DERROTARLES!
Algo parecido a un grito de guerra emergió de la gente del distrito. Los agentes de la paz nos llevaron corriendo a Blight y a mí al tren.
- Te has pasado- dijo él, una vez estuvimos en un vagón.
Lo sabía, pero había sido inevitable.
- Tienen que saber…- empecé.
- Este año no tendremos mentor, ya que… no hay. Aún así, los dos tenemos experiencia… aunque estos Juegos no se parecerán en nada a los anteriores.
- Serán mucho más mortíferos. Lo sé.
- ¿Estás preparada?
- No- dije, sin vacilar-. Nunca lo estuve, y nunca lo estaré. Nunca se está preparado para la muerte.




Comentarios
_dennaselen - hace más de 11 años
madre mia!!!!!!!!!!!!!! tienes mucha razón nunca se está preparado para morir. En mi opinión este capítulo marca un principio muy importante en estos juegos, que por cierto me encantan jejeje, espero verte en la arena querida Mason. Mis mejores deseos Selenita13 /Enobaria P.D: lo de los deseos es una ironia ya que me doy cuenta jajajajaja xD Un besiyo!!
flashali - hace más de 11 años
Qué ganas tenía! Y eso que he llegado tarde... Lo mejorcito está llegando! Y es que me encanta cómo haces que Johanna sea tan... Johanna... Es genial, sigue :D
little infinites - hace más de 10 años
Una historia que no queremos que acabe
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