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Gritos (tercera parte de La Chica de las Hachas), capítulo 1.

Publicado por rocio_dreamcatcher el 05/12/2014 · Categorías: Libros, LJDH, mi mundo, personalidades, valentía, remordimiento, Escribir, miedos, Nostalgia, Gritos

Gritos.

Salí apresuradamente de mi casa, y Lira se encontraba en el corredor del vestíbulo, chillando. Llevaba un vestido blanco. Me acerqué a ella, y la abracé. ¿Qué te pasa? Todo está bien, quería decir. Pero no podía pronunciar palabra. La miré, y fui yo la que grité de terror.

No había nada más que sangre en las cuencas de sus ojos.

Me desperté, había tirado todas las sabanas y mantas al suelo. Enterré la cabeza entre mis manos. Sentía las mejillas mojadas. Di un puñetazo a la almohada y ahogué un grito.

Suspiré forzosamente. Me levanté, y pensaba desayunar, pero no tenía ni fuerzas ni hambre. Me entraban nauseas después de las pesadillas, a las que ya estaba más que acostumbrada.

- Qué triste- murmuré, al tiempo que Blight llamaba a mi puerta.

Abrí al instante.

- ¡Johanna! Qué bien que estés despierta. Nos vamos.

- ¿Qué? ¿A dónde?

- Al 3. Allí están los demás.

Me dolía la cabeza y me sentía algo resacosa, pero asentí, masajeándome la cabeza.

- En cinco minutos estoy lista.

Me vestí y me desenredé el pelo. Me miré al espejo un momento, y era todo ojeras y cara de mal humor. Me enfundé en la chaqueta de cuero de Henry y salí por la puerta. Blight esperaba.

- Hemos quedado a las once con los del 4.

- ¿Por qué nadie me avisa de nada?- me quejé. Aunque hace dos semanas ya había desistido de llamar a Haymitch o a Voltios.

- No quieren alterarte.

- Ya estoy alterada.

Caminamos por la nieve del distrito. Había mucha gente caminando. La mayoría me miraban, algunos me saludaban, y otros evitaban mi mirada. Suspiré. Llegamos al edificio de justicia, y nos dirigimos al tren. Sin embargo, unos agentes de la paz nos pararon.

- ¿A dónde se creen que van?- preguntó el primero.

- Somos Johanna Mason y Blight French.

- ¿Y?- inquirió el segundo.

- Tenemos un tren esperándonos en la terminal.

Se miraron un segundo, pero finalmente nos dejaron pasar. Un escalofrío me recorrió la espalda, sin razón coherente.

El viaje duró relativamente poco. Llevaba un hacha pequeña en el bolso, aunque nadie lo sabía. Cuando fui a meter la mano me corté un poco, y me llevé el dedo a la boca. Blight, por desgracia, lo notó.

- ¿Qué llevas ahí, Johanna?

- ¿Una no puede tener secretos?- dije, y él sonrió.

Cuando llegué al cuatro vislumbré un instante a un rubio y a una pelirroja esperándonos en el andén. Cuando salí, me abrazaron. Haciéndome la dura, les aparté.

- ¿Se puede saber a qué vienen tantos cariños?- dije, y Finnick rió sarcásticamente.  Annie no lo pilló.

- Llevamos mucho, mucho tiempo sin verte, Johanna. Cuando dos personas…- empezó a hablar. Reí un poco y la desordené el pelo.

- Era una broma.

- Ah, claro, una broma- rió, nerviosa.

- ¿Qué tal todo?- inquirió Finnick.

- Bueno, ya sabes. Ataques y contraataques.

- ¿Antes de los juegos?

Empecé a tararear una canción a modo de respuesta. Hunger games never ends…

- Ya lo pillo.

Se subieron al tren y se sentaron con nosotros. Como prevención a tener que verlos haciéndose cariñitos todo el viaje, me senté entre ellos. Le dediqué una sonrisa de superioridad a Finnick, y él negó con la cabeza varias veces, riéndose.

Unas cuantas risas y comentarios más tarde, nos anunciaron que estábamos llegando al 3. Nos levantamos lentamente, aunque Annie casi se cayó para atrás por el efecto, y Finnick la tuvo que coger por la espalda. Luego se besaron. Arrugué la nariz.

Ahí fuera estaban Haymitch, Majara, Voltios, y los del 11. Y también había un hombre que no reconocí.

- Encantado de veros- ironizó Haymitch, saludándonos.

- Bueno, ¿Cuándo empezamos?- dije yo.

Ellos rieron.

- Ten paciencia. Ahora iremos a casa de Wiress (Majara) y hablaremos tranquilamente. Y mejor que pilles una silla, porque si no te caerás para atrás cuando te contemos todos- dijo la mujer del 11.

Y no pienses que te vamos a coger por la espalda- añadió Finnick-. No después de la cara que has puesto.