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La chica de las hachas, capítulo 11

Publicado por rocio_dreamcatcher el 11/12/2013 · Categorías: Curiosidades, Creación, Libros, Cultura, mi novela, LJDH, tristeza, personalidades, La chica de las hachas, capítulo importante!, valentía, impactante, remordimiento, Escribir

Capítulo 11. Empiezas a apreciar la vida cuando estás a punto de morir. Lo sé por experiencia.

Salto de mi plataforma. Localizo una mochila, y más allá unas hachas. Corro. La adrenalina también corre por mis venas, no me paro por ninguna razón.

Llego a las hachas. Voy a cogerlas cuando un cuchillo viene a gran velocidad. No voy a morir. Me agacho al momento, y tiro instintivamente un hacha… Y mato a alguien.

No sé quién es, pero debo averiguarlo. Corro hacia él o ella, y la reconozco: es la chica del 5. Ni siquiera sé su nombre, la culpa me corroe, pero no debo pararme. Tengo que encontrar a Josh y a Samantha.

Miro por encima de las cabezas. Ahora sé por qué esto se llama “baño de sangre”. Es una escabechina. Diviso a Josh a  lo lejos, está luchando con alguien. Voy a ayudarle, cuando siento un cuchillo en mi cuello. Trago saliva, y ahogo un grito.

- Vaya, Johanna- no estoy segura de si es Jason o Bill- alíate con nosotros. O eso, o te mato.

Me giro lentamente. Es Jason. Tiene un cuchillo en el cinturón. ¿Podré cogerlo y apuñalarle antes de que él me mate a mí? Pruebo.

- Perfecto- repongo.

Me giro, y sonrío. Él hace lo mismo. Le he vuelto a engañar. Ya no me apunta con el cuchillo, así que es ahora o nunca. Tardo una décima de segundo en robárselo.

Me mira con espanto, pero yo ya se lo he clavado en el riñón derecho. Le miro sin expresión alguna hasta que cae. Debería sentir alivio, pero una sensación se apodera de mí. ¿Remordimiento?

Nuevo plan: tengo que salir de aquí. Corro hasta Josh y Samantha, y les grito que se den prisa. No me preocupo de Fellow. Ya se las arreglará como pueda.

- Vamos, tenemos que buscar un refugio. ¿Qué habéis cogido?

Me enseñan armas y mochilas. Yo no he cogido una mochila. La idea de volver ahí me aterra, pero sé que no tengo otra opción.

- Ahora vuelvo.

Encuentro un cadáver algo antes de llegar a la Cornucopia. Tiene una mochila, así que la cojo. Creo que es la chica del 9.

- Has matado a un profesional- afirma Josh cuando regreso.

- Sí. Pero él casi me mata a mí, ¿no? venga, tenemos que encontrar un sitio donde pasar la noche.

Nos adentramos en el bosque de pinos. No tenemos otra opción. Este baño de sangre ha sido más duro que otros años. He estado a punto de morir en dos ocasiones. La idea hace que me estremezca.

- Bueno, al menos… la deshidratación no será un  problema- dijo Josh.

Sonreí. Tiene razón. El optimismo es una de sus cualidades más fuertes.

- Chicos, ¿Qué os parece esa cueva?- pregunta Samantha, señalando un montículo hueco que hay un poco más allá.

- No está mal- repongo-. Porque no se puede dormir en los pinos. Vale, veamos lo que hay en las mochilas.

Las abrimos. Tres sacos de dormir, otras tres cuerdas, una manta, paquetes de galletitas saladas y un abrelatas. También hay guantes, nos los ponemos al instante. No tienen dedos, pero da igual. Así podemos manipular las cosas. Aunque se nos van a quedar helados. De armas tenemos diez cuchillos, seis hachas y dos tridentes.

Empiezan a sonar cañonazos. Cuento trece.

- ¡Uau! Solo quedamos 11 personas.- Determina Josh.

- Increíble- acaba Samantha.

- Esta noche sabremos quienes son.

Una parte de mí piensa en Fellow. ¿Habrá sobrevivido? No lo creo, aunque nunca se sabe. Esta noche lo averiguaremos.

Aunque solo tenemos que esperar unos cuantos minutos. Claro, la arena está totalmente controlada por los vigilantes, hacen lo que les da la gana. Comemos dos galletitas saladas cada uno, tienen que durarnos mucho.

Nos sentamos en el suelo tapados con la manta. La temperatura desciende brutalmente, y empieza a sonar el himno del capitolio. Las fotos de los caídos se proyectan en el cielo.

Jason, el chico del 1. Se me remueve la conciencia, a muerto a mi costa. La chica del 3. La del 5- esa también-. Los dos del 6. Pasan directamente a los del 8, así que Fellow sigue con vida. No sé si alegrarme o entristecerme. Los del 9. La chica del 10, los del 11, y el chico del 12. Himno del capitolio, y se acaba.

Es increíble que esas personas, con las que he estado entrenando durante casi dos semanas, estén ya muertas. Los Juegos del Hambre son una masacre. Espero no ser la siguiente.