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La chica de las hachas, capítulo 12

Publicado por rocio_dreamcatcher el 13/12/2013 · Categorías: Curiosidades, Pensamientos, Creación, Libros, mi novela, LJDH, diversion, las personas, La chica de las hachas, sarcasmo everywhere, valentía, erudición, Escribir

Capítulo 12. El círculo se reduce poco a poco.

Siento algo frío en la cara. Aún estoy medio dormida, pero abro los ojos de repente y agarro un hacha, dispuesta a tirarla. Josh se empieza a reír.

- ¡Vaya! Qué buen despertar tenemos. Habrá que tirarte otra bola de nieve.

- Josh…

Hago una bola lo antes posible y se la tiro a la cara. Le doy de lleno, y luego él me da con otra. Hago una mucho más grande, y se la tiro de nuevo. La esquiva. Maldigo por lo bajo.

- Te perdono esa falta de precisión sólo porque te acabas de despertar- dice, aguantando la risa.

- Vas a ver…

Hago otra enorme, y esta vez sí le doy.

- Oye, ¿dónde está Samantha?- pregunto.

- Ha ido a coger unas bayas y a cazar- responde, como si yo llevara horas dormida.

- Voy a buscarla. No conoce las bayas muy bien, y si coge alguna venenosa…

Me intenta retener, pero le digo que se quede de guardia.

De repente suena un cañonazo. Sé que es una completa estupidez, porque igualmente podría estar gritando: “Estoy aquí, matadme”, pero grito el nombre de Samantha una y otra vez. Oigo mi nombre, es su voz. Suspiro.

- Johanna… dios mío, estaba tan preocupada.- Dice cuando llego hasta ella.

- Yo también, yo también. Venga, tenemos que volver.

Llegamos a donde está Josh, nos abraza.

- No os podéis imaginar lo preocupado que estaba. ¿Qué habéis cogido?

Samantha enseña unas cuantas bayas y frutos. Yo los examino.

- Buena. Buena. Buena. Oh, horrible- es una de las bayas más venenosas. Estarías muerto antes de que llegara a la garganta-. Buena. Buena… Mala.

Sigo así hasta que todas están revisadas. Nos las comemos, están bastante duras.

- ¿Cuál es el plan para hoy?- pregunta Josh.

- Pues…- no me creo lo que estoy a punto de decir-. Hay que buscar a Fellow.

- ¿¡QUÉ!? No, de ninguna manera. Es un borde, odioso, y si todo lo que me has contado sobre él es cierto, deberías odiarle más que yo- exclama Josh.

- Lo sé. Pero tengo que hacerlo. Aquí no se trata de lo que yo quiera.

- Escucha. Ya no eres una Johanna fingida. Eres la verdadera Johanna, la chica de las hachas. Nadie decide por ti, ¿vale? Además, puede que ya está muerto.

- ¿La verdadera Johanna Mason es la que ha matado a dos personas en menos de 24 horas?

- ¿Crees que yo no he matado? Pues sí, al chico del 8. Y si no hubieras hecho lo que has hecho, ahora no estarías aquí. Ambos intentaron matarte, ¿no lo recuerdas?

- Chicos, dejadlo. Dejadlo. Lo que nos faltaría es que empezarais una pelea. ¿Vale?

- Sí.- Dice Josh-. Lo siento, es culpa mía. Es que Fellow… no soporto a ese chico.

Le entiendo.

- No te preocupes. Bueno, pues no le buscamos. Tienes razón, ¿sabes? Los Juegos son así. Te hacen cambiar. Pero yo no voy a dejar que nadie tome decisiones por mí. Si él quiere aliarse, que venga por él mismo. Y puede que esté muerto, no sabemos de quien ha sido ese cañonazo- admito, aunque de una cosa estoy segura. Fellow sigue vivo.

El día continua bastante tranquilo. Bueno, todo lo tranquilo que puede ser en una arena. Conseguimos cazar un arce, pero no podemos encender fuego para cocinarlo.

- La comida del mar es mucho mejor. No hace falta cocerla ni nada parecido- asegura Josh. Nunca he comido nada del mar. Bueno, seguro que soso no está.

Al final conseguimos encender un pequeño fuego, pero lo apagamos al instante. Podría atraer a tributos.

Comemos, y guardamos los restos en las mochilas. Hace un frío enorme, lo más duro son las noches. El saco de dormir y la manta ayudan, pero no es suficiente. Samantha dice que ha perdido la sensibilidad en los dedos de los pies.

Por la noche vemos los caídos de nuevo. El chico del 5. Mis sospechas se confirman, Fellow no ha muerto.

Esta noche me cuesta mucho conciliar el sueño. Siempre que lo consigo, despierto poco después gritando de terror. Josh y Samantha se levantan siempre asustados, así que al final nos dormimos con un arma en la mano cada uno. Tenemos que empezar a montar guardia.

PD: ¡He aquí una Johanna hipster! No os hacéis idea de lo que me cuesta buscar imágenes que no sean de en llamas